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LAS HIJAS DE LAURA Y NURIA, CONTINUACION DE LA HISTORIA

2024-02-20


Soy Nuria de nuevo. Soy Nuria de nuevo, esto no lo quería contar pero me insisten mucho nuestras hijas y nietas. Las nietas tienen ya los trece años cumplidos y cada día que pasa están mas pesadas y mas calientes, no tienen bastante con que las dejemos tener sexo anal y oral sino que quieren tener relaciones completas. la verdad no tenemos las madres muchos argumentos para rebatirlas, nosotras dos con esa edad ya hacíamos de todo, yo incluso con el perro Danés. Estaba ya a punto de terminar el curso, con excelentes notas todas ellas cuando surgió una oportunidad, así me paso por la cabeza. Jacinto, mi buen amigo y amante se iba un par de semanas a su país a ver su familia de allí y me pidió si podía traerse unos sobrinos nietos suyos de catorce y quince años, vi las fotos en su móvil y los vi muy guapos, altos y fuertes, pensé que a las nietas les encantaría, como Jacinto me conoce bien me dijo que seguramente estarían muy bien dotados, le pregunte si el sabia si habían tenido experiencias allí, a lo que me contesto que lo mas probable es que no, las mujeres de allí no son como aquí, si no hay matrimonio no hay sexo, puede que entre ellos si se hayan follado pero no lo se con certeza, eso me dijo. Ya estaban las niñas de vacaciones cuando volvió Jacinto con sus sobrinos, me los presento, la verdad son impresionantes. Organice una comida para todas las chicas mas Jacinto y sus sobrinos con la intención de que los conocieran. Llego el domingo y estábamos todas cuando llegaron los cinco, las niñas se pusieron como locas, todas se presentaron y les dieron dos besos cada una, los chicos estaban ya sobrepasados, ellas les preguntaban cosas y Jacinto les traducía, para lo que es habitual tuvimos una comida en paz y sin problema. Al día siguiente las chicas me preguntaron si podían hacer una cena con ellos, con la clara intención de perder la virginidad de una vez, primero les dije que son menores como ellas y que depende de que Jacinto lo autorice, están bajo su autoridad legal, también les dije que llegado el caso tendría que ser de cuatro en cuatro, no todas de golpe, no es cuestión de apabullar a los chicos. Jacinto no tuvo inconveniente y los cuatro chicos que estaban mas que encandilados con las rubias y pelirrojas mas una morena de trece años que están todas buenísimas. Hicieron un sorteo entre ellas para ver cuales cuatro serian las primeras en ser desvirgadas, las aleccione para que hicieran las cosas con calma y no tener problemas de ningún tipo. Las afortunadas fueron la morena ,una pelirroja y dos rubias. Ellas se encargaron de preparar la cena y los refrescos en la mesa de jardín del ático, Laura y yo mas las madres de las cuatro y Jacinto nos fuimos a una de las casas a verlas a través de las cámaras, esta mal pero lo hicimos. La morena iba con un vestido de punto blanco muy ajustado que dejaba ver a poco que te fijaras sus pezones excitados y sus nalgas, estaba tiene mucho bello publico así que también se le notaba, debajo no llevaba nada. La pelirroja que es la mas lanzada en todo se puso un vestido de tirantas muy floreado y muy vaporoso, y las dos rubias, una un top lencero que le resaltaba las tetas y dejaba a la vista un generoso escote mas un pantalón corto muy ajustado que por delante marcaba la rajita de su vagina y por atrás se le veía el principio de sus nalgas, la otra un vestido rojo con una cremallera a la espalda muy sexi y que se quita con facilidad. Cenaron y se entendían mas por señas que otra cosa, pero parecía que se lo pasaban bien. La pelirroja se levanto y puso música y cogió a uno de ellos de la mano y se lo llevó a bailar, unos minutos después las demás hicieron lo mismo, la primera empezó a darles picos en los labios y las demás igual, ellos se iban dejando sin problema, oí a una decir este esta empalmado, los picos pasaron a mayores y ya se besaban en la boca con intensidad, están todos empalmados dijo otra, las demás asintieron. El que estaba con la pelirroja se envalentono y bajo sus manos desde la cintura hasta sus nalgas y se lo dijo a los demás y todos fueron cogiéndoles el culo a las niñas. Así siguieron un ratito hasta que la mas lanzada saco sus brazos de los tirantes y dejo caer sus vestido al suelo, el que estaba con ellas ya se desato y empezó a besarle las tetas y tocarla por todas partes, las demás hicieron lo mismo y ya estaban todas desnudas, se fueron al dormitorio. Pase la cámara de la terraza al dormitorio y ya estaban todas juntas y bocarriba mientras ellos se desnudaban, sus pollas son tremendas, como ya supe luego pasaban por encima del ombligo y son muy gordas, lo primero que hicieron fue comerles el coño a las cuatro y a continuación se pusieron encima de ellas y las penetraron, ninguna daba señales de que tuvieran molestias o que les doliera, estuvieron empujando un buen rato hasta que todos, ellos y ellas se corrieron. No tardaron mucho en repetir, en media hora estaban de nuevo al asunto, no cambiaron de pareja, eso me sorprendió, este segundo polvo fue bastante mas largo y mas lento, oía los jadeos de ellas y algún gritito de placer, la cosa iba muy bien, estábamos las madres y las abuelas contentas. En la habitación donde estábamos nosotras espiando estaban las madres y Laura sentadas en un sofá, yo y Jacinto estábamos detrás, la verdad tenia yo un calentón de cuidado y Jacinto a mi lado empalmado, no me contuve, me puse de rodillas delante de el y se la chupe, de Laura escuche que te pasa que te ha dado un apretón. Después del segundo polvo y descansar un rato volvieron a las andadas, esta vez las pusieron boca abajo y las penetraron analmente, era de esperar esto, lo siguiente que vi fue que las cuatro se pusieron de rodillas a chuparles las pollas mientras ellos se masturban, este fue el cuarto polvo, después apagaron la luz y se durmieron un rato, nosotras por otra parte igualmente nos fuimos a dormir ya estaba bien por hoy, sabia que se despertarían y follaran de nuevo pero eso ya nos lo cuentan ellas. A la mañana siguiente dimos el aviso del desayuno y bajaron todos, las niñas con una camiseta y los chicos vestidos con normalidad, tenían una hambre voraz, no me extrañaba nada, a cada niña les puse una píldora del día después para evitar embarazos, se las tomaron sin rechistar, ya sabían que cuando estén todas las hermanas desvirgadas Rocío les pondrá un diu, nos contaron que después de la pasa de sumisión como ya la llamamos aun tuvieron tiempo para otras dos polvos vaginales y uno mas anal, estaban todas muy satisfechas, las mande a dormir hasta la hora de la comida. Allí nos quedamos Jacinto los sobrinos y yo, los chicos volvieron a desayunar otras dos veces, tenían que recuperar fuerzas. Uno de ellos me miraba con mucha insistencia y Jacinto me dijo que yo les gustaba mucho a los cuatro, pero si soy ya vieja para ellos, a fin de cuentas tengo ya cincuenta y seis años. Me dijo Jacinto que les hiciera alguna travesura como se las hacia a Andrés muchos años atrás, no estaba nada segura de eso, pero la cabra siempre tira al monte así que me decidí. Me levante de la silla y cogí una escalerita para con disimulo y por descuido enseñarles mi culete, me subí a ella a coger un par de botellas de vino de lo alto de la bodega, estire los brazos para llegar y escuche el murmullo, volví la cara y estaban todos pendientes, que pasa pregunte, me baje de la escalera con las botellas apoyadas en el pecho pero la camiseta estaba remangada, así que también pudieron ver el chocho. Luego me volví a sentar junto a Jacinto y ya me conto todo lo que iban diciendo. Días después me conto que le habían dicho que querían follarme los cuatro, esto ya os lo cuento otro día. Las niñas poco a poco se iban con los cuatro chicos al ático hasta que todas estuvieron desvirgadas, ninguna tuvo ningún problema importante para ser la primera vez. Ya después de eso organizaron una fiesta con todos los chicos jovenes y que mas o menos eran de sus edad, aquí si fueron cambiando de pareja sin parar y estaban todos y todas encantados. Lo otro mío ya lo cuanto otro dia.

Autor: ENRIQUEJ Categoría: Heterosexual

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Jenny, la sopa con leche del sábado

2024-02-20


Gracias a su perrita, Dulce, Jenny se pudo alimentar con leche y mucho placer, por primera vez… . Ayer, sábado, a eso de las 10 de la mañana, yo estaba en el computador, navegando en la Dark web (el Internet oculto), seleccionando fotos de nenitas pre adolescentes, no desnudas, para mi pajazo dominical, que pensaba grabar y publicar. No busco desnudas porque, la verdad, a mis 75 años, ya el porno no me excita, pero una enana cuyas tetitas comienzan a florecer, lo mismo que su culito y el resto de su joven cuerpo…ufff… la verga ya la tenía dura y me picaba, incluso pensaba que podía adelantar la grabación…en eso, sonó el intercomunicador… Casi no contesto porque usualmente nadie me visita sin un acuerdo previo, pero, lo hice, y una voz femenina me dijo que quería hacerme una consulta sobre clases particulares para su hijita…mi espíritu de maestro (y morboso pajero) me hicieron decir que bajaba en ese instante… tuve que ir al baño a secarme el precum y ponerme el pantalón de buzo porque en casa sólo visto una camiseta larga; con ese pantalón no uso ropa interior… bajé. La señora, joven y con muy buenas formas físicas, me dijo que una vecina le había dicho que yo había ayudado mucho a su hijita el año pasado y que pensaba hablarme para que siga haciéndolo este año; le pregunté el nombre de la vecina y era nada menos que la mamá de Lily, de quien he contado aquí algunas de nuestras experiencias (Clase de matemáticas basada en el número 69, de nutrición con mucha leche cremosa de mi verga, de integración social, haciendo trio con alguna de mis hijitas sexuales…). Le dije que no había problema, que con gusto podía ayudar a su hija, que sería bueno conocerla para ver si éramos, digamos, compatibles… Fuimos a su casa, en un lugar no muy cercano a la mía. En el camino nos pusimos de acuerdo sobre cuánto me iba a pagar y el número de clases por semana. La hijita, Jenny, es una niña de 13 años, muy desarrollada, un poco gordita de barriga, pero con unas tetas, un culo y unas piernas de campeonato. De cara no es, digamos, atractiva, pero muy sonriente y comunicativa. Llegamos, la señora le dijo quién era yo; Jenny me miró, sonrió y me dijo: – Mucho gusto en conocerlo, profesor. Le dije que mi nombre era Ricky, nada de profesor, don o señor; que, si le parecía bien, podíamos conversar para conocernos y ver qué es lo que necesita ahora, ya que, en menos de un mes, comienza el nuevo año escolar. La mamá nos hizo pasar al comedor y nos dejó solos. Le comencé a hacer preguntas generales sobre los cursos, lo que le gusta, la forma en que estudia, mientras mi otro yo observaba sus pezones, que sobresalían de la estrecha blusa que usaba, y mi verga se inquietaba. Ella entró rápidamente en confianza y me contestaba todo rápidamente, siempre sonriendo y mirándome fijamente a la cara, bajando la mirada a mi entrepierna de manera continua; yo trataba de que no se notara el bulto, más de lo necesario; cuando estábamos hablando sobre sus actividades de deporte y arte, de pronto entró una perra grande, blanca y peluda, me miró, y, de frente, vino y me lamió tres veces la verga sobre el pantalón; me asusté porque pensé que me podía morder y Jenny, al ver eso, la jaló de la cola y le dijo: – ¡Dulce, ¿qué estás haciendo?!…la perrita movió la cola y se quiso acercar de nuevo a mí, pero ella la sacó de la habitación… mi pantalón, celeste, estaba mojado de saliva en la zona lamida…y, probablemente con algo de precum… Unos minutos después, regresó Jenny, su cara estaba roja y me dijo que disculpara, que no sabía por qué la Dulce había hecho eso… que podía traerme un trapito para limpiar mi pantalón… de pronto, se comenzó a reír, se tapaba la cara, no podía dejar de reírse, obviamente estaba nerviosa. Mi cochina mente encontró, en esa risa, el motivo exacto, para atacar. Total, a mi edad ya no le tengo miedo a nada y, si lo que digo no le gusta, le dice a su mamá que no me quiere como profesor y, listo. Jenny, Jenny, creo que Dulce se equivocó y, en vez de lamerte a ti, lo hizo conmigo… seguro al llegar con tu mami, les cortamos un momento apasionante… No, Ricky, cómo se te ocurre… No te avergüences, no te critico; al contrario, a tu edad es normal y necesario…sólo que la lengua de Dulce tiene muchos microbios y te puede hacer daño… Bajó la mirada, se puso seria y me dijo: Ehhh, si, pues, hace unos meses me dio una infección, ya me curé, por eso no quiero que lo siga haciendo… Bueno, entonces se quedó con ganas y me escogió de pareja… Me miró y comenzó de nuevo a reírse: Ay, Ricky, dices unas cosas… Bueno…y, dime, ¿cómo comenzó tu romance con Dulce? Ella tiene dos años, mi mamá la adoptó de bebita y, una compañera de colegio nos contaba lo que hacía con su perrito; cuando era cachorrito, ella le enseñó que le lama entre las piernas… La conchita… Si…y como era macho, ella le comenzó a agarrar y, después, a chupar el pene… Entre nosotros, la verga… Pero la Dulce es hembra… Así que te quedaste con las ganas…pero, eres muy suertuda, porque gracias a Dulce, estamos hablando de esto y te aseguro que has encontrado al profesor perfecto que, aparte de hacerte sacar buenas notas, te puede hacer vivir feliz, haciéndote la sopa, como Dulce y… ¿La sopa? ¿qué es eso? Lamerte la conchita hasta que llegues al orgasmo, o sea chorrees todo el líquido que genera tu cuerpo por la excitación, se llama “hacerte la sopa” y, además, como yo soy macho y tengo verga, como el perrito de tu amiga, pues podrás chuparla y sentirla bien adentro en tus tres entradas; te alimentaré por todas tus boquitas con mi leche que, científicamente, se llama semen…recuerda que soy tu maestro… Wow… ya me está dando miedo…seguro me va a doler mucho… ¿Y si me preñas?… Hijita, a mi edad ya tengo la experiencia suficiente para que no te pase nada malo…mira, te propongo lo siguiente: vamos ahora a mi casa, le dices a tu mamá que te voy a dar unos archivos en un USB para que repases hoy y mañana domingo, que yo vengo el lunes para tomarte una prueba y ver si nos ponemos de acuerdo para que me soportes todo el año. En mi casa, nos conocemos un poco más y, al final, si no te gusta algo, regresamos y le decimos a tu mami que no va a funcionar nuestra “sociedad” y que mejor, no trabajo contigo este año…y, si te gusta, pues seguimos adelante…total ya descubrí tu deseo y necesidad y tengo las medicinas adecuadas…si no quieres ir, dímelo y aquí acaba nuestro contrato. Sonrió, me miró en silencio varios minutos, se paró y me dijo: Ok, vamos…total, tengo que limpiar tu pantalón… Salimos, le dijimos a su mamá lo que habíamos acordado; estuvo de acuerdo y caminamos hacia mi casa. En el trayecto le hice ya preguntas directas cómo con cuántos ha tenido encuentros sexuales, o la han manoseado, besado, etc… todas las respuesta fueron negativas…estaba en los momentos previos a su estreno oficial…le conté de mis hijitas sexuales, le dije que, si nos poníamos de acuerdo, las clases podían ser en mi casa porque como Lily iba a seguir conmigo este año, ya siendo dos chicas, las mamás iban a confiar que fueran a mi casa y, allí, podía avanzar más “académicamente” con la clase de tríos y otras cosas ricas…ella se mostraba cada vez más entusiasmada…soy un gran maestro para arrecharlas…y arrecharme yo, con ellas… Al llegar, lo primero que hice, para no olvidarnos, fue grabar en un USB los archivos y meterlo a su carterita; yo me saqué el pantalón, dejando la verga a la vista…sus ojitos se pegaron a ella y fue al baño a limpiarlo; yo tomé mi Sildenafil de rigor. Cuando regresó, yo estaba totalmente desnudo, echado en un sillón y la verga endureciéndose. Se paró frente a mi y no sabía que hacer… Me paré, la jalé suavemente hacia mí, le besé una mejilla, con una mano le sobaba suavemente un brazo y con la otra, las tetitas, mientras le desabotonaba la blusa… el siguiente beso fue en la boca; ella tenia los labios cerrados, con la mano derecha le apreté los cachetes para que se abriera un poco y comencé a meter mi lengua, mientras le desabrochaba el sostén y le comenzaba a apretar un pezón suavemente…ella comenzó a respirar más fuerte y gemir… Puse mi verga entre sus piernas y le bajé el short y el calzón, mientras le chupaba las tetas…ella me apretaba la cintura con ambas manos; al quedar ambos desnudos, me senté en el sillón, hice que ella suba al mismo, quedando su concha a la altura de mi cara…comencé a lamerle el vientre, la vulva, los labios exteriores de la vagina…ella me jalaba los pelos y gemía más fuerte, con un dedo le froté el clítoris, mientras le lamía la parte inferior de la concha…ya estaba muy mojada, ella se movía, casi gritaba, me pellizcaba…en determinado momento, me paré, la jalé de ambos brazos, rumbo a mi cama, mientras le decía: Ahora viene la mejor clase de matemáticas, la potenciación al infinito del número 69… Ella me miró con cara de desconcierto. Me eché en la cama, boca arriba, la hice ponerse encima, con la cara hacia mis pies, le abrí las piernas y reinicié mi sopa en su muy mojada y rica concha…ella no hacia nada, sólo se movía y gemía mucho…le dije que piense que soy Dulce macho, que me bese la punta de la verga…lo hizo…que ahora chupe la puntita…y comenzó una mamada de bebita a la que no le han dado leche varios días… ¡Ricky, me orino, me orino…! Hazlo, no te preocupes, deja que salga todo lo que tengas allí…y sigue mamando que mi leche ya se sale también… No pasó ni medio minuto y ambos estallamos en un grito conjunto, un terremoto corporal y una laguna de fluidos corporales…fiel a mi costumbre, la jalé, la besé en la boca e intercambiamos nuestro desesperado placer, tragando la maravillosa mezcla de “sopa con leche” … ¡Ricky, me muero! …. ¡Qué ricoooo! Yo también, bebita…pero morir así es lo mejor que hay… ¡Siii! Quiero más, más más… Amorcito, tengo 75 años, más te puedo dar antes y después de cada clase, pero ahora…sólo un poquito más de sopa ¡Y de leche! Nos fuimos a duchar, lo que significó más excitación y placer; cuando la tuve de espaldas, en la ducha, me dio ganas de ponerla en ángulo reto y clavarle la verga en el culo o la concha, pero me pareció que, lo hecho era suficiente para la primera vez…pero, le dije: Tus otras dos boquitas van a ser alimentadas el lunes, si decides que comencemos las clases, aquí, en mi casa…pero, si no estás contenta y satisfecha, le dices a tu mami que no sirvo para ser tu profesor… ¡Ricky, esto ha sido lo más emocionante y delicioso de mi vida! Y, si no fuera porque tengo que regresar a mi casa y, por tus 75 años…te violaría ahora mismo… ¡Vaya, con la nena! Resultó una verdadera cachera… Cachera, concha, verga, sopa, leche…estás enriqueciendo mi vocabulario… Espero que solo lo uses entre nosotros… Así será don Ricky, maestro… Mejor, viejo morboso y pajero… Pajero…otra palabra nueva Ya verás mis videos y grabaremos algunos juntos, alumnita…ya, anda a tu casa y le dices a tu mami que… El lunes tengo que llegar acá a las 3 de la tarde en punto porque mi profesor, viejo morboso, pajero y cachero me tiene que dar una gran clase y tomarme un examen que espero aprobar con la mejor nota… Ricky

Autor: RICKY Categoría: Heterosexual

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El jardinero y su rica vergota

2024-02-20


Esta historia pasó cuando fui de vacaciones a la granja. Resulta que mi abuelo y abuela viven en la granja, trabajan allí, y a mi madre no se le ocurrió mejor idea que ir a visitarlos. Otras veces de niña me habían llevado a esa granja, y la verdad nunca me interesó, digamos que, a mis 18 años, soy demasiado citadina para la granja. Cómo hacía tanto que no los veíamos tuve que ir obligada, encima sola ya que mi mamá tenía trabajo. No solo iba a estar lejos de la ciudad, sino que tenía que estar sola con mis abuelos, es decir, sola totalmente ya que ellos trabajaban todo el día. Cuando llegué saludé a mis abuelos y me quedé charlando un rato con ellos, cuando de repente llega uno de los granjeros con el que mi abuelo trabajaba. Era un señor ya mayor, enorme y musculoso. Yo llevaba una falda blanca corta ya que era verano y un top escotado rojo, lo cual hacía que el viejo no despegara sus ojos de mis pechos. Ya el viejo verde se fue y mis abuelos también, pues debían ir lejos a buscar unas gallinas. Me encontraba leyendo una revista cuando tocan la puerta, era el viejo. Lo atendí y me preguntó por mis abuelos, obviamente quería una excusa para hablarme porque sabía perfectamente que mis abuelos fueron a comprar gallinas, pero igual para no ser grosera le expliqué. -ah, entonces estás sola. Me dijo con tono extraño, pero ... ... aun así me excitó un poco, le dije que si y él se adelantó y entró en la casa. Cerró la puerta y me arrinconó a ella, debajo de su pantalón veía como su miembro se hacía duro. Entonces mientras me tenía arrinconada me manoseó la vagina y los pechos. Yo gemía, pues era bueno con los dedos y además se sentía rico. Para más contacto separé las piernas y levanté una de ellas. Y allí estábamos, yo de pie contra la pared con una pierna levantada y los pechos hacia afuera, con el viejo manoseándome y metiéndome los dedos. Sacó su pene y comenzó a frotar la cabeza en mi clítoris y luego en toda mi vagina húmeda que hacía ruidos jugosos. Me sostuvo las dos piernas contra la pared y con su fuerza me suspendió en el aire, entonces comenzó a penetrarme, primero lento e iba aumentando la velocidad conforme pasaba el tiempo. De pronto quitó su pene, me alzó y me puso sobre la mesa para continuar penetrándome. El viejo no se quería perder de nada, mientras me penetraba me manoseaba toda y me decía cosas sucias. Cuando noté que estaba a punto de venirse me masturbé el clítoris para intentar venirme al mismo tiempo, me vine y a los segundos se vino él. Se fue y luego mis abuelos llegaron. Por la noche mientras dormían mis abuelos no busqué y continuamos cogiendo en el granero, y eso me calentó más. Fue uno de los mejores sexos que tuve.

Autor: brayan101869@gmail.com Categoría: Heterosexual

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CONOCIENDO A LUCÍA. LOCURA DE PRIMERA VEZ.

2024-02-20


Julio de 2019. Llegamos a su apartamento que estaba situado en la primera planta del complejo. Sacó de su pequeño bolso las llaves y abrió la puerta. Se giró para decirme algo y no pude más, simplemente la besé. O me cruza la cara o por la puerta grande. Tardó un interminable segundo en reaccionar, hasta que sus húmedos labios empezaron a buscar los míos. Se separó. Me miró. Joder me estremecí. Aun me pasa. Qué increíblemente guapa es. –Supongo que no hace falta que te pregunte si quieres pasar. Entró en la habitación y la seguí. Cerré la puerta. La estancia era una austera especie de salón con una cocina americana al fondo que daba a un balcón. La luz que dejaba entrar era toda la necesaria para que esa noche quedara grabada como un negativo por siempre en mi mente. Lucía cruzó el salón dirigiéndose a la única habitación que había en el apartamento. Creo que nadie con esa cojera podría ser tan sexy. Se quitó la camisa blanca que llevaba mientras caminaba dejándola caer sobre el suelo. Su estilizada figura resaltó todavía más. Recorrí con la mirada cada centímetro de esa figura. Su interminable espalda dejaba ver con cada movimiento su sensual musculatura. El cuello delgado y alto se entreveía a través de su morena y corta melena. Sentía como esa energía estática se estaba acumulando en una zona muy concreta de mi cuerpo. La seguí. Entré en la habitación tras ella. Dos camas. Lucia y Mirka supuse. Aquella noche la atmósfera era pesada, húmeda, lúbrica. Las ... ... aspas de un ventilador de techo se afanaban inútilmente por rebajar la temperatura de la escena. Las gotas de sudor empezaban a condensarse en mi frente, mi cuello, por todo mi cuerpo. Se sentó en el pie de una de las camas, apoyó sus brazos y se reclinó ligeramente hacia atrás al tiempo que separaba sus piernas. Su bronceado torso, únicamente provisto de la parte de arriba de un bikini que hacía las veces de sujetador, resaltaba hasta el infinito sus magníficos pechos. La luz nocturna refractaba sobre el torso de Lucía, que tampoco era ajena a esa pesada noche haciéndolo brillar. Dos pequeñas protuberancias que se marcaban en el bikini indicaban la ubicación exacta de sus pezones. La acumulación de excitación no era solo cosa mía. El pareo blanco de flores rojas y azules que vestía se había quedado embrollado sobre su cadera tras el movimiento de sus piernas, dejando ver ahora en todo su esplendor la más que observada braguita amarilla. Su monte de venus elevaba la tela en su cima dejando un pequeño hueco entre la parte inferior de su vientre y su sexo. Creo que no había sentido jamás una excitación como la de esa noche. La lubricidad de mi mente me llevaba por caminos nunca antes imaginados. Solo quería que ese instante se quedara conmigo para siempre. Su mirada estaba fija en mí. ¡Qué ojos por Dios! Sus labios entreabiertos delataban una respiración ligeramente acelerada. Estaba a punto de devorar a su presa. –Creo que ya has cumplido con tus deberes. Ya me he metido ...... en la cama. David vuelve aquí, 3,2,1. Debió pensar con razón que soy un absoluto idiota, pero no podía salir de mi ensimismamiento intentando retener hasta el más mínimo detalle de ese momento. –Es mi primer día de celador, y me gustaría comprobar que estás bien, ya sabes, que no se nos pasa nada por alto. –Un idiota ocurrente, al menos, pensé. Sonrió pícaramente. –Me parece la mejor decisión. Mientras me aproximaba a la cama me quité la camisa, bastante empapada de sudor. Me senté a su lado. De cerca sus facciones eran más formidables todavía. Acerqué mi boca a su boca y la besé. Esta vez desde el primer momento fue distinto. Muy distinto. La lengua de Lucía tomaba la iniciativa en todo momento jugando conmigo. Mordía mis labios, besaba mis mejillas, mi cuello, untándolos con su suave saliva. Puse mi mano en su cuello, en su hermoso y húmedo cuello. Parte de ese sudor se había traspasado a su preciosa melena morena. No hay nada que me produzca más lubricidad que el pelo de una chica húmedo. Mojado de cualquier cosa, sudor, agua, lluvia… dorada, lubricante, fluidos de cualquier tipo. Esa sensación inflamó más mi excitación. Mis dedos empezaron a jugar con la lengua de Lucía, que los acogía en su boca mientras los bañaba en su saliva. Fui bajándolos lentamente por su barbilla, cuello, y me detuve en sus pechos. Ella me besó mientras yo los tocaba con mi mano por encima del bikini. Finalmente subí el bikini liberándolos. Sus manos habían empezado a palpar mi ... ... erección por encima del pantalón. Empecé a besar, a lamer cada uno de ellos dedicadamente. Lucía seguía masturbándome todavía por encima de mi ropa. Marcaba el tiempo. Constante. Sin precipitación. Me miraba mientras el cadente ritmo de su movimiento se imponía entre todos mis sentidos. Lo Entendí. Nada de precipitaciones, el tiempo de aquella noche nos pertenecía, no nosotros a él. Me acompasé a ella. Era momento de bajar un peldaño más. Me fije en su deliciosa braga amarilla. En que en la parte central su color era más intenso. Más húmedo. Su flujo estaba intentando brotar, abrirse paso ante cualquier obstáculo. Mis dedos índice y corazón buscaron su clítoris por encima de su ropa interior. Un estremecimiento de su cadera indicó que habían logrado su destino. Su flujo permeaba la tela. Empapaba mis dedos con un delicado y sedoso elixir. Llevé los dedos a mi boca. Los saboreé. Ella me besó. Quería compartirlo. Yo seguía masturbando a Lucía siguiendo su ritmo. Mi respiración empezaba a acelerarse. Sus exhalaciones se acentuaban. Eran más intensas al igual que las mías. Nuestros cuerpos se plegaban a ese ritmo. Placer. Por primera vez era consciente de estar recorriendo un viaje al éxtasis, y disfrutaba conscientemente de cada segundo, de cada instante. Con un suave y decidido ademán me invitó a levantarme. Me puse frente a ella. Desabrochó el botón y bajó la cremallera de mi pantalón. La erección era más que evidente. Antes de descubrir el trofeo, una vez más pasó sus ...... manos por encima de pantalón, lentamente acariciando toda mi erección. Con mi ayuda bajamos el pantalón que, salvando la primera resistencia de mi entrepierna, cayó rápidamente a mis tobillos, mostrando en todo su esplendor mi miembro totalmente erecto. Estaba tan excitado que podía sentir mi prepucio latiendo. Lucía empezó a masajearlo con sus dos manos. Se lo llevó a la boca. La cálida humedad de su boca estremeció todo mi miembro. Su legua recorría de forma experta el glande, deteniéndose, jugueteando en su cima y seguidamente lo introducía en su boca. La felación se iba haciendo cada vez más profunda, cada vez más salvaje. Lucía se había introducido en su boca y garganta casi tres cuartas partes. El sonido gutural de la saliva que rebosaba por mi pene cada vez que entraba y salía de su cavidad daba música al pesado clima creado en esa habitación. Unos espasmos hicieron temblar mi mástil. Lucía lo notó y cesó la felación. Cuando apartó su boca una importante cantidad de saliva se derramó por mi pene, mojando mis testículos y derramándose en el suelo. Algunos hilos de saliva ... ... se resistían a desconectar sus labios de mi reluciente pene. –Hace algún tiempo que no… que no tengo una actuación en directo. –Algún tiempo le dije… más de dos meses que no me acostaba con ninguna chica. Lucía sonrió. –No te preocupes, solo haz lo que yo te diga y no tendrás problemas con el guion. Se levantó abrazándome el cuello. Me besó. Libidinosamente. Su mojada boca recorrió mis labios, mi barbilla. Su lengua se detuvo en una de mis orejas, succionando su lóbulo. Mis manos bajaron por su espalda hasta llegar a su culo. Me dejé llevar. Firme, terso. Se endurecía cada vez que Lucía apretaba su pelvis contra mi pene. Aparté sus bragas con una mano y me introduje entre sus glúteos. Acaricié su ano. Pequeño, protuberante. Seguí bajando por su suelo pélvico. Su flujo facilitaba el deslizamiento de mis dedos que pronto llegaron a la zona inferior de su vagina. Me recreé masajeando su vagina, jugando con sus labios. Lucía facilitaba la tarea elevando su precioso culo mientras mordía mi cuello. NdA. Publico semanalmente un nuevo capítulo de la novela AZULAZULAZUL en Substack.

Autor: azulazulazul18 Categoría: Heterosexual

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El ginecólogo de la familia.

2024-02-20


Ser el ginecólogo de la familia te puede traer muchos beneficios y muchos placeres. (Relato largo). Después de muchos años de estudios por fin había podido poner mi propia clínica de ginecología y obstetricia. No era por ser ególatra o algo parecido, pero al haber estudia bastante me podía considerar como de los mejores de mi ciudad, a tal punto que muchas pacientes venían de otras ciudades y o estados para tomar cita conmigo, esto me llevo a tener un sin fin de pacientes y tener buenas ganancias. Conforme le invertía mas en mi clínica, podía cobrar aun mas caras mis consultas y ganar aun mas, obviamente esto seria uno de los puntos principales por los cuales inicio mi aventura con dos familiares míos. Al ser de los mejores ginecólogos, varias de mis familiares eran pacientes mías, desde tías, primas o amigas de la familia, al principio me resultaba algo extraño ser el ginecólogo de casi todas las mujeres de la familia, pues prácticamente le había visto las tetas y la vagina a todas las mujeres de mi familia, si bien yo era muy profesional para mi trabajo, había cierto morbo el verlas y o tocarlas, en especial con dos tías, una era lejana por lo que no me causaba tanto problema el verla desnuda, el problema era con la segunda. Erika, era el nombre de la hermana de mi madre, cerca de sus 40 años era un mujer muy hermosa y con una figura digna de envidiar, ya que hacia bastante ejercicio y se cuidaba mucho. Siempre que ella agendaba una cita conmigo me ponía alegre pues podía gozar de una buena vista al verle esas tetas perfectas, no eran ni muy grandes ni tampoco chicas, eran las perfectas para mi, firmes a pesar de sus casi 40. Un día como cualquier otro, mi secretaria me marcaba las mujeres que me faltaban por atender el día de hoy, al ver la lista me di cuenta de que era mi tía Erika, rápidamente sonreí pues ella era la ultima de la lista, lo que significaba que me podía tardar todo lo que fuese necesario y así gozar mas de tenderla. Decidido atendí todas las citas lo mas rápido y mejor posible, hasta que era turno de ella. Me encontraba sentado en mi escritorio acomodando los expedientes de las pacientes del día, al escuchar que la puerta se abrió gire mi cabeza para ver como entraba esa hermosa mujer, llevaba una minifalda algo pegada a sus piernas y una blusa con un escote que dejaba ver al menos el 60% de su busto, ella aprovechaba que en ese momento era soltera para vestirse de esa forma y provocar a los hombres que la miraban, y vaya que si lo lograba pues me quedaba viendo su cuerpo de pies a cabeza, un cuerpo que en la próxima media hora lo vería desnudo. -Hola tía, buenas tardes, como se encuentra? que la trae por acá?- La salude cordialmente mientras ella tomaba asiento frente a mi. -Hola Alejandro, yo me encuentro de maravilla, me alegra haber alcanzado cita, siempre tienes muchas pacientes- Al terminar la frase ella cruzo la pierna sobre la otra haciendo que su minifalda se recorriera un poco hacia atrás. -Ya sabe como es esto tía, tanto estudio ha rendido frutos, pero dígame en que puedo ayudarla?- -Pues veras, últimamente eh estado pensando en operarme para evitar tener hijos, si bien no tengo pareja, no me llama la atención tener hijos- La verdad su respuesta no me sorprendía, pues ella era la tía buena onda que le regalaba de todo a sus sobrinos, le encantaban los niños mas no cuidarlos, ella siempre fue alguien libre de compromiso alguno y solo se enfocaba en ella, a si que comprendía el por que se quería operar. -Bueno tía, la operación es posible, aunque viendo que aun es joven, seri un cambio hormonal muy brusco para usted, pero si eso es lo que desea, voy a examinarla a la perfección para que no tenga problema alguno al esterilizarse- Me levante y acomode la mesa de exploración donde se colocaban las pacientes, puse las mantas desechables que siempre usaba con pacientes diferentes y le di una bata de algodón para que pasara al baño se quitara la ropa y se la colocara para el examen de exploración. Una vez ella se levanto y entro al baño, yo trate de respirar con la intención de relajarme pues sabia que estas citas medicas de mi tía me traían problemas. Debido a que desde que era niño-adolescentes veía a mi tía con otros ojos, siempre me resulto muy atractiva y sexy, sobre todo en esa época cuando las hormonas de uno están a tope, sumándole el hecho de que ella siempre usaba ropa algo reveladoras, era un goce cuando iba a casa a visitarnos, a veces llegaba a fantasear con ella cuando me masturbaba o incluso tenia sueños eróticos con ella como protagonista. El sonido de la puerta abriéndose me hiso voltear a verla, algo que me pareció extraño es que ella se había acomodado la bata de tal forma que su figura se marcara debajo de esta, algo totalmente innecesario para el examen que le realizaría, ignorando lo que ella también trataba de hacer, y eso era provocarme. Segundos después ella se sentó de lado en la mesa de exploración y espero mis instrucciones. -Bueno tía, ya sabe, lo de rutina, acuéstese boca arriba y ponga sus pies en los soportes a cada lado de la mesa, súbase un poco la bata y abrase un poco de piernas- Al darle las indicaciones yo me arrime la mesita móvil con todos mis instrumentos necesarios para la exploración, me puse unos guantes desechables de látex y abrí una bolsa esterilizada donde venia un espéculo desechable (herramienta que se inserta en la vagina), me puse lubricante en los guantes y me gire hacia al frente, vaya vista que tenia, mi tía estaba abierta de piernas a pocos centímetros de mi, podía ver con toda perfección su vagina, y como estaba semi afeitada pues se notaban sus vellos púbicos cortos formando un casi perfecto triangulo, tome un gran respiro de aire para controlarme y continuar de la mejor forma el examen. -Empezare introduciendo dos dedos con lubricante- siempre me gustaba decirles a mis pacientes cada paso que haría. -Ok Alex, tomate tu tiempo- Ella se veía totalmente relajada. Me puse mas lubricante en el dedo indice y el de en medio, me acerque mas y lleve mi mano a escasos centímetros de su vagina, frote levemente sus labios vaginales mayores para así introducir ambos dedos con lubricante, al estar adentro de ella me cerciore bien de que todas sus paredes vaginales estuvieran bien lubricadas para evitar que sintiera alguna incomodidad al insertarle el especulo. Un vez bien lubricada, saque mis dedos tome el especulo de plástico para así continuar con la revisión de rutina. -Es normal que esa cosa este mas fría de lo normal?- Se refería al lubricante. -Aveces uno esta mas sensible que otros días por lo que se puede sentir mas caliente o frio- Le conteste para después acomodarme bien entre sus piernas y con sumo cuidado introduje ambas puntas del especulo en su canal vagina, con sumo cuidado lo fui metiendo cada vez mas hasta llegar a su cérvix. Algo que me causo un escalofrío fue escuchar un leve gemido que ella lanzo al llegar hasta al fondo, volví a tomar aire y me concentre, sujete adecuadamente el instrumento y jale de esa especie de gatillo para abrir ambas puntas con la intención de ver a la perfección su canal vaginal. Vaya fuerza de voluntad que tuve que reunir pues el solo verla así, me daban ganas de meter mi verga en lugar tan cálido. Dejando de lado lo morboso seguí con el examen observando bien sus paredes vaginales y su cérvix, parecía todo normal, continúe con tomar un hisopo alargado para recolectar muestras de su mucosa, retire el hisopo y lo puse en un contenedor de muestras para mandarlo al laboratorio. -Todo se ve excelente tía, no se ve señales de alguna enfermedad de transmisión sexual ni quistes, ya puede bajar sus pies de los soportes- me hice hacia atrás y me quite los guantes. -Perfecto, me da gusto saber que todo esta en orden- Se acomodo la bata y se sentó de lado en la mesa. -Ahora vamos con lo siguiente, debo de palpar sus pechos par ver si tampoco hay bultos, por favor parece frente al espejo y bajase un poco la bata- Ella obedeció y se levanto de la silla exploradora para si dirigirse al espejo que estaba a pocos metros de ahí, al llegar se desabrocho la parte de arriba de la bata y la dejo caer, dejando as a la vista esos hermosos y perfectos pechos que fueron participe de mis fantasías de adolescente, parecían unos pechos operados pero eran completamente naturales. Cuanto hubiera dado por haberlos podido tocar en ese momento, afortunadamente ahora podía hacerlo y gozarlo en secreto. Me acerque por atrás de ella y los admire una vez mas por el espejo, de reojo pude notar como mi tía se me quedaba mirando fijamente como si quisiera decirme algo. -Lo que hare ser palpar al rededor de la base de sus pechos para sentir sus mamas y ver si no tiene bultos, de ahí iré mas arriba hasta llegar a su pezones, voy a tocar con algo de fuerza, pues así podre sentir si algo no esta bien- Nuevamente le explique todo el procedimiento -Claro, no hay problema doctor- Dijo para después lanzar una leve sonrisa sin que yo me diera cuenta. Mire una ultima vez esos pezones medio rosados cafés, para así pasar mis manos por debajo de sus brazos y aterrizar mis palmas en ambos pechos, tocaba la base de estos con algo de fuerza, exploraba cada centímetro de sus glándulas mamarias de forma profesional, esperaba algún quejido por parte de ella pero solo notaba sus leves respiraciones como si quisiera evitar soltar gemidos, era tan delicioso tener esas tetas entre mis manos si quisiera en ese momento podía tomarlas de forma perversa y lujuriosa pero no quería tener problemas con mis tía, así seguí tentando sus pechos hasta que llego a la zona de las areolas y pezones, apreté levemente estos, para mi fortuna pude escuchar el dulce gemido de mi tía salir de su boca, de no ser por que me controle, una enorme erección se hubiera marcado en mis pantalones. Minutos después logre terminar con el examen de sus pechos sin problema alguno, por lo que le ayude a subirse la bata y abrocharla bien para que no se le cayera. -Tía, todo a la perfección, su revisión de rutina esta excelente, solo le daré una orden de exámenes que se debe hacer para checar sus niveles hormonales y si todo sale bien en esos, podremos proceder con la operación para que ya no tenga hijos, ya puede ir a vestirse- -Excelente! espero todo siga igual de bien, con permiso- Dijo para así entrar al baño una vez mas y vestirse en privado. Lance un gran suspiro de alivio en cuanto ella entro al baño pues la «tortura» había terminado, no se que habría hecho si ese examen se extendiera por mas minutos. Mientras ella se vestía yo hice la orden de todos los análisis que se debía hacer para proceder con la operación, me pareció un poco extraño que haya tardado tanto, por lo que pensé que había usado el retrete, a los minutos ella salio y se sentó en frente de mi escritorio con una leve sonrisa picara sin imaginar que ella se había masturbado ahí adentro en el baño. -Bueno tía… aquí tiene la hoja con la orden de exámenes, se los hace lo mas pronto posible, pues tardan como una semana en estar listos, en cuanto los tenga le habla a mi secretaria para agendarle cita lo mas pronto, así que por el momento es todo- saque una hoja de recibo para anotar los datos debidos y se la di -Esta hoja se la da a la secretaria para que le cobre -Muchísimas gracias Alex, es tan agradable ver el como eres de los mejores en tu campo- Sonreí por ese alago, me levante para despedirme de ella, por su parte recibí un beso en la mejilla y una sonrisa, ta,bien le sonreí y me acerque a la puerta para abrirla, ella solo siguió caminando cotoneando sus caderas con malicia pues sabia que yo la veía al irse. Una vez terminado con la cita, me dispuse a arreglar el consultorio e irme a descansar sin imaginar lo que me esperaba con la cita del día siguiente. A la mañana siguiente, el día empezó normal, citas cortas, citas largas, todo iba bien hasta que mi secretaria me paso la lista de las ultimas cinco pacientes del día junto a sus expedientes, lance un enorme suspiro de frustración al ver el nombre de la ultima paciente, pues era mi tía Sandra, odiaba que hiciera citas en mi consultorio pues era la típica tía que se aprovechaba que era familiar para conseguir descuentos, o aplazar sus pagos, incluso hubo la ocasión que tardo cerca de medio año en pagarme una consulta, por lo que trate de mentalizarme para atenderla pues no quería ser grosero y decirle que no le iba a atender. Pasando las horas y las consultas por fin fue el turno de mi otra tía, escuche que la puerta se abría y al alzar la mirada note como mi tía Sandra entraba por ahí. Sandra era una mujer que al igual que mi tía Erika estaba rozando los 40 años, tenia el pelo color castaño y lacio, un ojos color cafés profundos y con un cuerpo un tanto descuidado, ella de joven era delgada y con un cuerpo que atraía a cualquier hombre, pero a diferencia de Erika, mi tía Sandra se había casado desde los 20 años con mi actual tío Sergio, después de tener a su segundo hijo se ligo las trompas de falopio para ya no tener mas descendencia y desde ese entonces se descuido con la cuestión alimenticia, pues paso de ser delgada a pesar diez o incluso quince kilos extra, que si bien no se veía mal, no era nada que ver con su antiguo cuerpo, Sandra era prima de mi madre, o sea la hija de la hermana de mi abuela. -Hola tía, mucho gusto puede tomar asiento- Le apunte a las sillas enfrente de mi escritorio. -Hola sobrinito, me alegro que ya sea mi turno, no podía esperar mas- Ella rápido se sentó en una de las sillas -Y dígame tía, que la trae por acá esta vez?- Dije mientras veía su expediente notando que la ultima vez no había nada raro -Oh veras… aunque no lo parezca, fui con un nutriólogo para iniciar una nueva dieta, pero el me dijo que para darme una mejor atención debía hacerme unos análisis hormonales pues no quería recetarme alguna dieta y que me hiciera daño- -Pero tía, esos exámenes se los puede hacer en cualquier laboratorio y…- no termine mi frase pues me interrumpió -Si lo se Alex, pero es solo que quería ver si me podías ayudar y hacerme una orden para que me hagan esos estudios con descuento, así como le has hecho anteriormente- Me quede con la boca abierta pues eso ya era bastante abuso de su parte pues estaba seguro que no me pagaría hasta mucho después, por lo que me arme de valor para negarle esos descuentos. -Sabes que tía, es suficiente, siempre he sido buena onda haciéndoles descuentos y aplazamientos de pago a mis familiares y amigos, pero lo que usted hace es abuso, eh tenido consideración con usted y hay veces que ni termina de pagarme completo, debe entender que necesito el dinero para mejorar mi clínica- dije de forma firme. Ella se quedo pasmada por como le conteste, pues siempre era alguien tranquilo o que accedía a peticiones con facilidad pero ya era suficiente de tanto abuso por su parte, lo que no me imaginaba es lo que haría para convencerme. -Oh… de verdad lamento las molestias que te eh causado sobrino mio, te prometo que ya jamas te causare este tipo de problemas, pero debes entender que con mis consultas con el nutriólogo y todo el alimento que debo consumir, mis bolsillos están casi vacíos, es por eso que venia a pedirte ese favor- Se notaba bastante desesperada. -Lo siento ti, de verdad quisiera ayudarla, pero nada me asegura que esta vez me vaya a pagar- Me sentía mal por negarle mi ayuda pero era la única forma en la que entendería. -Por favor Alex… tu tío no creo que quiera prestarme ese dinero pues… el dice que es tirarlo a la basura al querer hacer dieta, debe haber una forma en la que… podamos llegar a un acuerdo- Esto ultimo lo dijo en un tono un tanto sugerente. -Por favor no insista tía, no quiero ser grosero con usted- Ella se levanto de la silla creyendo que se iría pues se acerco a la puerta, vaya sorpresa me lleve al ver que cerro con llave y se acerco de nuevo pero esta vez fue a mi lado del escritorio para así sentarse en mi piernas, con esta acción me tomo desprevenido pues podía ver su escote y sus grandes tetas, me puse algo nervioso por lo que hiso, y también me dejo sin hablar. -Vamos sobrinito… debe haber algo que yo pueda hacer para que tu me ayudes- Puso su dedo en mi mentón y subió a mis labios -Se que no has tenido pareja en varios años, y debes tener ciertas necesidades, yo podría ayudarte con ellas- Estaba congelado por lo que me sugería, si bien había fantaseado muchas veces con mi tía Erika, jamas se me había cruzado por la mente ver a mi tía Sandra de esa forma sexual. Ella no espero a mi después pues se arrodillo frente a mi y comenzó a desabrochar mi cinto junto a mis pantalones, justo reaccione y la empuje levemente hacia atrás. -Ey! espere que esta haciendo?- Si hubiese sido por mi aceptaría esa oferta que ella me hacia, pero no quería tener problemas con mi tío Sergio pues el era alguien de carácter un poco fuerte. -Solo déjate llevar Alex, olvídate que soy tu tía y… disfruta- Sandra se volvió a abalanzar hacia mi para así quitarme el pantalón por completo al igual que los boxers, estaba completamente rojo pues mi pene estaba a la vista de ella, quise volver a empujarla pero a la vez dejarla seguir. -No siga tía… que hay del tío Sergio?- preguntaba con la esperanza de que recapacitara -El no tiene por que enterarse, no me quiso dar dinero para esto, bueno, tengo que conseguir ese descuento por mis métodos- Apenas dijo eso metió su cabeza entre mis piernas y sin siquiera tener mi pene erecto, ella lo metió en su boca, y era inútil protestar y tampoco quería usar la fuerza pues la verdad ella tenia razón y llevaba varios meses sin sexo, por lo que mande al carajo todo y deje que esto continuara, estaba dispuesto disfrutar. Ella continuo chupando y lamiendo mi verga en lo que esta se hacia cada vez mas grande debido a la excitación y el estimulo, ella podía sentir como se hacia mas grande en su boca. -Mmmm que deliciosa verga tienes sobrinito, y vaya que es de buen tamaño- Tomo aire para decírmelo y prosiguió con esa mamada. Vaya suerte tenia mi tío Sergio, pues las mamadas que daba mi tía Sandra eran de otro nivel, solo escuchaba el como chupaba, sentía como movía su cabeza de adelante hacia atrás, era tan placentero como ella metía toda mi verga hasta lo mas profundo de su garganta sin siquiera inmutarse. -Carajo… tía, como es que hace esto tan bien…- La tome de la nuca para ayudarle con el movimiento. Toda mi verga estaba llena de su saliva, y esto lo note cuando se separo para tomar mas aire, hilos de saliva conectaban sus labios a la punta de mi glande, era tan excitante verla hacia abajo; apenas tomo aire volvió a su trabajo oral, solo que esta vez se encargo de lamer la punta de mi verga como si fuese una paleta y quisiera llegar el centro de la misma, esto era increíble, no quería que terminara. Una vez me dejo bien mamado mi pene ella se levanto, comenzó a quitarse la ropa, se bajo el vestido al igual que su brasier dejando a la vista sus grandes tetas, con una sonrisa camino hacia la mesa de exploración mientras meneaba la cadera y se quitaba el resto de la ropa, una vez sentada en la mesa me hiso un gesto con el dedo de que me acerca, rápidamente me pare de mi silla y fui a con ella mientras me quitaba la ropa tal cual ella hiso. -Vamos a lo mejor Alexito- dijo de forma lujuriosa mientras se acostaba en la mesa y levantaba sus pies para ponerlos en las bases de cada lado de la mesa, una vez arriba se abrió de piernas para mi. Gozaba cada segundo al ver su cuerpo desnudo sobre esa mesa, si bien su figura no era la mas atrayente para ciertos hombres por sus kilitos extra, para mi era muy atractiva, pues siempre decía que había mas de donde agarrar, al pararme frente a ella comencé a frotar el tronco de mi verga por entre sus ya húmedos labios vaginales, no iba a ser necesario usar lubricante, segundos después de frotarme contra ella, coloque la punta en su entrada, y lentamente le hundí mi verga en su interior. -Ahhhhh joder Alex, si que la tienes grande- Dijo mi tía entre gemidos de placer Agradecía que mi consultorio estaba bien hecho y que los sonidos de adentro no salieran en absoluto. En ese momento estaba en la gloria, si bien había fantaseado con cogerme a pacientes en esta mesa cuando recién abrí mi consultorio, ahora lo estaba haciendo, pero era diferente, mucho mas morboso y algo que no me creía, pues toda mi verga estaba adentro de la vagina de una de mis tía, era oficial, me estaba cogiendo a mi tía Sandra. Empece con mis movimientos de cadera de adelante hacia atrás mientras me sujetaba de las piernas de mi tía, era increíble el como seguía tan apretada incluso después de tener a sus dos hijos por parto natural. Iba a disfrutar de ella como nunca, por lo que seguí penetrándola. -Sabes Alex, desde adolescente tu me parecías muy apuesto, debo confesar que siempre fantaseaba con algo así y joder… ahora tengo tu verga ensartándome aahhhh- Lanzaba varios gemidos que me excitaban mas y mas. No podía negar que me estaba poniendo mas excitado el escuchar eso, pues ahora entendía como cuando era adolescente a veces ella era muy cariñosa conmigo. -Pues disfrute lo mas que pueda tía que no parare hasta que este satisfecho- Sujete con ms fuerza su piernas para así cogérmela con mas dureza -Ahhhh si así mero, me llega hasta el fondo, sígueme cogiendo con fuerza- Así continúe varios minutos sin cansancio, podía sentir como se ponía cada vez mas caliente y mojada facilitando la penetración, con forme la embestía podía ver sus tetas moviéndose de un lado a otro al ritmo de mis empujes. Sin poder resistirme me agache para así mamar de uno de sus pechos, sus pezones eran algo cafés por lo que me imagine comiendo un chocolate, los lamia en círculos y le daba una que otra mordida ligera. Estaba tan concentrado en comerme uno de sus pechos que no vi cuando mi tía bajo los pies de esos soportes de la mesa para así rodearme la cintura con sus piernas, una vez rodeada mi cintura me jalo hacia ella con la intensión de que se la metiera hasta el fondo nuevamente. -Carajo Alex… no llevamos tanto tiempo cogiendo y ya me tienes cerca de mi limite, que gran diferencia a con tu tío que tarda horas en ponerme así- Todas esas palabras hacia que el momento se volviera mas erótico y morboso. Por mi parte yo estaba concentrando en no llegar a mi limite tan pronto pues quería hacer disfrutar como se debe a mi tía Sandra, no todos los días uno tiene la oportunidad de cogerse a su propia tía. Con forme la seguía penetrando con mas velocidad, ella lanzaba gemidos cada vez mas sonoros, mi pelvis chocaba contra la suya haciendo que el típico sonido de plausos envolviera mi consultorio. Así era hasta que después de aproximadamente veinte minutos en los que la penetraba sin parar, sentía que llegaba a mi limite. -Ahhhh… tía estoy cerca, sera mejor que se la saque- le decía aunque yo sabia que ella ya estaba operada para no tener hijos. -Ni se te ocurra sacarla, no sabes lo mucho que había fantaseado con esto, aaaaahhhh… ahora se un buen sobrinito y lléname por completo- Decía entre gemidos y temblores de excitación. Apenas me dijo esas palabras sonreí de oreja a oreja, la sujete de las caderas para así embestirla con fuerza preparándome para cumplir con su petición y venirme adentro. Cada vez que mi punta llegaba al tope, ella lanzaba un gemido, así fue hasta que sentí como un chorro de fluidos salia disparado de su vagina empapando todo mi abdomen, vaya squirt había tenido, jamas había presenciado uno de esa manera ni siquiera con mis anteriores parejas. Viendo como tenia espasmos supe que ella había llegado a su orgasmo, no la hice esperar mas y así empece a eyacular todo lo que tenia en su interior. Una vez más, no podía creer lo que estaba pasando, estaba disparando chorros calientes de mi semen en el interior de la vagina de una de mis tías, que de no ser por que ella estaba operada quizás en eso momento la pude haber embarazado. Estaba quieto de pie recuperando el aliento, no me separaba de ella, pues por petición suya aun tenia mi pene adentro de ella, ya que según ella quería que todo mi semen quedara adentro de ella sin excepción. -Ah carajo… quien la viera tía, me pregunto que diría mi tío Sergio si viera esto, ser cogida por su sobrino y dejarla llena de leche- Dije entre risas -Oh no digas eso alexito, tenle mas respeto tu tío- Se notaba el sarcasmo en lo que dijo. -Me pregunto si se dará cuenta que voy bien llenita cuando llegue a casa. Cada frase que ella decía hacia que el morbo aumentase, pues prácticamente estaba diciendo que no se sacaría mi leche en lo que restaba del día. Después de varios minutos en los que recuperamos el aliento, por fin se la saque, ella de inmediato elevo las caderas para que nada se le saliera, y me pidió que le pasara sus bragas lo mas rápido que pudiera, al dárselas ella se las puso y por fin se puso de pie. -Listo, si se me sale algo mínimo se quedara en mi ropa interior- lanzo otra carcajada Yo solo pude sonreír al escuchar sus ocurrencias. Ya ambos vestidos, ella se acomodo su cabello y yo procedí a hacerle ese descuento que tanto me pidió, hasta eso la jugada le resulto aun mejor pues esos estudios correrían por mi cuenta. -Ay alexito, de saber que tendría estos beneficios, hubiera dejado queme cogieras desde hace tiempo- Solo negué con la cabeza par así despedirme de ella y acompañarla hasta la salida y lo ultimo que vi fue como se acerco a mi secretaria para agendar los análisis que se haría ya con mi descuento especial. Vaya final de día había tenido, había sacado el estrés de varias semanas y meses debido a tanto trabajo, estaba pensando seriamente en atender mas seguido a mi tía Sandra, y darle ese generoso descuento de cada cita que tuviese conmigo, el resto de la noche me la pase fantaseando y pensando en todo lo que podría hacer con ella siempre y cundo aceptara. Pasando los días, llego la siguiente semana, estaba cansado de tanto trabajo, si bien ya tenia una buena posición económica, el trabajo no me dejaba disfrutar como se debía ese dinero. Pero no todo era estrés laboral, ese final de semana estaba mejorando pues sabia que mi tía Erika tendría nuevamente un cita conmigo, y el día llego, como siempre, me gustaba dejar a mis familiares o amigas hasta el final pues así les podía dedicar mas tiempo en su atención. La puerta se abrió y esa hermosa mujer cruzo el marco de la puerta para así sentarse con las piernas cruzadas frente a mi escritorio. -Mucho gusto tía Erika, por lo visto ya están los resultados de los análisis que le mande a hacerse- No podía evitar ver sus piernas torneadas, ese vestido que ni siquiera llegaba a la mitad de sus piernas dejando mucho a la imaginación y a la vista. -De verdad te agradezco que seas tan atento conmigo Alex, no se como pagarte- Sentía su mirada penetrante sobre mi. -No hay nada que agradecer tía- Abrí su expediente en mi computadora y comencé a revisar los resultados de sus análisis, todo se veía perfectamente, incluso aun mejor que una señora de 40 años promedio -Buenas noticias tía, esta en los mejores rangos de cada análisis que le hicieron, podre realizar la operación que usted desea con la mayor seguridad posible, y lo mas pronto que se pueda- Se podía notar una autentica sonrisa de felicidad pero había algo mas en su mirada, esa mirada que no era normal en ella y que ahora se centraba en mi. -Excelente, me alegro que todo este en orden, pero aprovechando que ando por aquí, fájate que los últimos días eh sentido bastante comezón por adentro de la vagina, y podría jurar que al explorarme sentí un bolitas por dentro- Eso me preocupo bastante por lo que le dije que fuera al baño a desvestirse y ponerse la bata, mientras que yo arreglaba los instrumentos para hacerle un chequeo medico. Lo que me dejo congelado fue lo que hiso, pues en vez de ir al baño a ponerse una bata, ella simplemente se acerco a la mesa de exploración y ahí al lado se quito el vestido junto a su ropa interior, lo dejo en el piso y se subió a la mesa. -Eh… tía usted debía ir por una bata y…- -Oh vamos no te preocupes así es mas rápido, ya nos tenemos confianza no? digo ya me has visto desnuda varias veces- Dijo sin preocupación alguna para si acomodarse sobre la mesa adecuadamente. La verdad yo ni siquiera proteste pues como siempre era un gozo ver todo su cuerpo sexy. Proseguí de forma normal y de rutina, me puse guantes, los llene de lubricante y así comencé a meter los dos dedos de mi mano en su vagina para lubricarla y sentir esas «bolitas» que ella creyó sentir. -Bueno tía, usted me va diciendo donde es que le arde y donde cree que sintió esas protuberancias- -La comezón la siento por todas las paredes y las bolitas en la parte de arriba apuntando a la pelvis- me contesto sin despegar la mirada en mi Seguí explorando su cavidad vaginal tratando de encontrar esas bolitas que me decía, o alguna parte irritada, pero no encontraba nada. -Tía estas segura de que sentiste bolitas? o algo parecido? la verdad es que no siento nada fuera de lo normal- -Si si, te aseguro que ahí están, podías presionar un poco mas fuerte- Estas peticiones se ponían cada vez mas extrañas pero las continuaba Frotaba con un poco mas de fuerza su interior, presionaba hacia arriba con mis dedos apuntando a su pelvis, podía notar como su respiración se volvía un poco mas acelerada al usar mas fuerza, sabia perfectamente que estaba frotando su punto g, uno de los mas sensibles y erógenos en una mujer, proseguí «explorando» solo que esta vez ya disfrutaba el tener mis dedos en su interior. Ni ella ni yo decíamos palabra alguna, prácticamente había pasado de revisarla profesionalmente a masturbarla, pues se notaba que trataba de reprimir sus gemidos, así dure varios minutos mas masajeando su interior hasta que ella dijo algo que me dejo helado. -Y dime sobrinito, también me harás un descuento como a mi prima Sandra?- Rápidamente saque mi mano de su interior, me separe unos centímetros y alce la mirada para ver a mi tía, podía notar esa mirada lujuriosa enfocarse en mi por completo. No sabia que decir, pues era mas que obvio que mi tía Sandra le conto a Erika lo que habíamos hecho la semana pasada en este consultorio. -Tía, no se a que se a que se refiere, yo…- Empece a retroceder poco a poco hasta que vi como ella se levanto de la mesa, se acerco a mi mientras movía sus caderas a propósito. -No tienes por que ponerte nervioso Alex, y no le reclames a Sandra, ella y yo nos contamos casi todo, cuando me conto todo eso no podía creer que lo que decía, que mi querido sobrino Alex fuse así de… vigoroso- Apenas me dio tiempo de reaccionar cuando s me acerco y me planto un beso de lengua, yo gustoso de recibirlo no la separe ni me hice para atrás, ella mi guiño el ojo y regreso a la mesa de exploración para acomodarse nuevamente con las piernas abiertas. -Esperas alguna invitación?- apenas dijo eso comencé a quitarme la ropa lo mas rápido que pude, mientras me la quitaba fui a mi escritorio y de un cajón saque un paquete de condones, apenas lo podía abrir pues estaba nervioso y con las manos temblorosas, no podía creer lo que estaba sucediendo, me acerque a la mesa para así ponerme el condón, justo cuando estaba desenvolviendo el condón en mi pene, mi tía me tomo la mano y la alejo evitando que m lo pusiera. -Eso no hará falta Alexito- Me guiño el ojo, para después tomar mis dos manos y posarlas en sus pechos -Se que ya me has tocado las tetas muchas veces, ahora puedes tocarlas como te plazcan- Y así fue, apenas mis manos tocaron sus tetas comencé a amasarlas levemente disfrutando de su suavidad y firmeza. -Te gustan no es así? se notaba como me las veías cuando me examinabas- Solo se reía pues yo parecía hipnotizado jugando con ambos pechos que desde niño quise tocarlos de esta forma lujuriosa. Seguía gozando se sus pechos hasta que sentí como mi tía se estiro un poco para con su mano tomar mi verga y frotarla de adelante hacia atrás. -Mmmm Sandra tenia razón, tiene un buen tamaño querido, ya no puedo esperar mas, tómame- Cumpliendo con su petición, deje de jugar con sus pechos para pararme derecho, con un mano tome mas lubricante para así embarrarlo en mi punta y entre sus labios vaginales, con mi otra mano tome mi pene y frote la punta entre sus labios esparciendo el lubricante, acomode la punta en su entrada y sin poder esperar mas empuje hacia adelante. Vaya delicia sentí, ese coño con el que tanto había fantaseado, ahora apretaba toda mi verga, se notaba que mi tía no había tenido ningún hijo, y a diferencia de lo que pensaba tampoco había tenido tantas parejas sexuales. -Ahhhh dios, Sandra tenia razón, tener tu verga adentro se siente tan bien- Me alagaba lo que decía y a la vez me excitaba poniéndome mas duro. -Vamos Alexito, di algo, no solo me cojas- -Ahhh… lo siento tía es solo que, había fantaseado con esto desde hace mucho, y se siente aun mejor de lo que creí- le fui honesto con lo de las fantasías. -Fantasías? desde cuando, desde que me viste desnuda por primera vez?- Refiriéndose a cuando vino por primera vez a consulta. -No… desde como los diez años- Eso si me puso algo nervioso confesar. -Aww ternurita, desde esa edad ya me querías coger?- dijo sin tacto alguno -De haber sabido te hubiera dejado disfrutar de mi cuerpo desde es momento, y sabes, desde siempre tu me parecías muy atractivo, pero anda lindo, ya pudiste metérmela, hazlo con mas fuerza- El escuchar como me hablaba y como también me confeso eso me resultaba muy excitante, me prendía mas y mas por lo que la tome de las caderas y comencé a penetrarla con mas fuerza, disfrutaba de cada centímetro de su interior, y sobre todo disfrutaba de sus gemidos que soltaba a cada penetrada que le daba. Lo que hacia esto aun mejor es que no me había dejado usar condón, así que podía sentir por completo su caliente interior. Con forme se hacia esto mas erótico, masajeaba su clítoris con uno de mis dedos, sabia perfectamente dar estos masajes para causarle el máximo placer a una mujer. -Ahhhh si, sigue así Alex, lo haces muy bien, nadie me había cogido de esta forma- Ella temblaba al mismo tiempo que su interior se mojo mas, había tenido un pequeño orgasmo por como sus paredes me apretaron. -Esta tan buena tía, que no se si pueda durar mucho así- A pesar de sentir su orgasmo no paraba de cogerla, al igual que a mi tía Sandra, me agache para devorar sus pechos y morder sus pezones rosados, había caído por completo al placer ojala haberlo disfrutado antes, pero a partir de ahora no dudaría en gozar cada segundo. Así duramos cerca de media hora cogiendo y usando diferentes poses, la había tenido de perrito como por quince minutos pro a ella no le gustaba demasiado, la tomaba con la pierna levantada, etc. Pero al final volvimos a la misma pose con la que empezamos ya que me dijo que así se sentía mas dominada por mi y que le causaba morbo que me fijara tanto en sus pechos. -Ya casi Alex, ya puedo sentir como llego a otro orgasmo, no pres y has que me chorree aaaahhh- Podía sentir como volvía a temblar, y después de unas cuantas penetradas mas, al igual que mi tía Sandra, un chorro salio de su interior empapando mi abdomen de sus fluidos. -Ahhhh joder no sabes como me encanta chorrearme de esta forma- -Yo ya casi llego a mi limite tía, es mejor que la saque- Esta vez si no llevaba condón y mi tía aun podía embarazarse a diferencia de Sandra. -Si me la sacas lo vas a lamentar- También me rodeo con sus piernas para evitar que se la sacara. -Vamos Alexito no tengas miedo- A decir verdad me molestaba un poco que la familia me dijera Alexito, por por alguna razón no me molestaba que mis tías Sandra y Erika me dijeran así, es mas, me excitaba de cierta forma, como si se lo dijeran a mi yo niño-adolescente. Pero dejando eso de fura me encontraba ya sin poder aguantar mas por lo que hice un esfuerzo mas para darle unas cuantas estocadas. -Ahhhh tía ya no puedo mas!- -Ahhhhh vamos hazlo adentro!- Parecía loca por querer recibir mis descargas. Ya sin poder aguantar mas sentí como ella se volvía a chorrear en mi abdomen, su orgasmo llego al mismo tiempo que el mio, al sentir como su interior me apretó se la metí hasta el fondo y así empece a eyacular. Por fin había podido cumplir mi sueño de adolescente muchos años después, estaba soltando todo mi semen en lo mas profundo de la vagina de mi tía Erika. -Joder que rico, mi niño se esta corriendo en mi interior aahhh- Me excito tanto ese comentario pero antes de poder hacer algo ella me jalo para abrazarme y besarme, acto seguido me susurro al odio. -Espero con ansias operarme para que me dejes llena con mas frecuencia, no sabes también todo el tiempo que espere para poder coger contigo- -Oh tía, créame que también espere por mucho tiempo esto- Ella solo río a lo bajo para así quedarnos pegados unos cuantos minutos descansando. Una vez recuperamos el aliento ella se vistió y se fue con prisa pues vaya que si duramos mucho tiempo nuestro encuentro, la acompañe a la salida de la clínica y en cuanto se fue escuche a mi secretaria hablar por detrás de mi. -Vaya doctor Alex, no sabia que a usted le gustaba practicar el incesto, la próxima vez avíseme cundo su tía Erika o Sandra vendrán a consulta, así puedo venir preparada con unos audífonos- Ella tomo sus cosas y se fue pues había terminado su turno Solo reí pues creí que ella no había escuchado nada de lo sucedido con mis dos tías, afortunadamente ella seria cómplice de mis futuras visitas sexuales de pacientes. -Hasta mañana Fernanda- Le Dije para así regresar a mi consultorio y arreglar todo para irme y cerrar la clínica sin imaginar lo que depararía el siguiente año Nota del autor: Gracias por leer este relato algo largo, espero les haya gustado, prometo trabajar para que la siguiente parte sea aun mas disfrutable.

Autor: SILVERFOX Categoría: Heterosexual

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LAS HIJAS DE LAURA Y NURIA, continuacion

2024-02-20


las nietas vienen finas. Después de aquella noche de folleteo sin parar, ya erran las ocho de la mañana cuando Sonia, Luna y yo nos fuimos para casa, allí quedaban cinco de mis hermanas y nuestras tías dormidas, Mila en la ducha que se tenia que ir con tiempo de ir a misa de doce, cada uno con lo suyo, hoy pide perdón y mañana quiere repetir. Cuando llegamos nos fuimos a la ducha, teníamos semen por todas partes, Luna me dijo que sentía al ano raro, le toque, esta un poco inflamado, todas lo tenemos así le dije, en unos días estará como nuevo, dijo Sonia con buen criterio que como nuevo no iba a estar nunca. Nos acostamos las tres juntas y nos dormimos de inmediato, un momento después, habían pasado cinco horas pero me pareció un momento aparecieron mis hijas, se pusieron contentas de que estuviésemos allí las tres, se metieron en la cama con nosotras, cuando se dieron cuenta que estábamos desnudas se quitaron el camisón y se quedaron desnudas también. Habéis hecho cosas de chicas, preguntaron, les dijimos que no, pues entonces habréis estado follando en el ático dijeron, que podíamos contestar, están al loro de todo, y siguieron preguntando, os han follado el culo??, Sonia y Luna se escondieron bajo las sabanas, les conteste que si, pues en cuando seamos un poco mas mayores lo queremos hacer también, eso me dijeron. Un rato después sonó el interfono y ya nuestra madres nos decía que en media hora estaba la comida en la mesa, las niñas se pusieron una camiseta y nosotras también, Sonia y Luna estaban algo cohibidas, se habían dejado su ropa en el ático, así que con una camiseta nos fuimos todas. Cuando llegamos ya estaba allí todo el mundo, a algunas se les veía la rajita del culo, como siempre todas sin bragas, les dije a las amigas. La comida fue como siempre divertida, las niñas no hacían mas que preguntar por detalles de la orgia de la noche anterior, y les contestábamos lo que podíamos pero insistían mucho. Cuando se hizo la reforma de la casa y a pesar de la oposición de Nuria se volvieron a colocar las cámaras por todas partes incluida la nueva planta, también se mejoro el audio, una vez probado se desconecto de nuevo, esto lo cuanto por lo que vino después. Llego el fin del curso y las niñas quisieron hacer una fiesta para sus amigos y compañeros, le pedimos lista de asistentes para hablar con los padres de todos los niños y niñas y que estuvieran tranquilos, pasarían aquí una noche. Le pedimos a Mila que nos informara de quienes entre ellos frecuentan las gradas, se informo a través de una alumna que se llama Lorena, esta es asidua de las gradas y muy amiga de Mila, sobre todo porque esta la ha sacado de muchos marrones con sus padres. Nos conto Mila que alguna que otra vez tenia esta chica algo de semen en la comisura de los labios o alguna mancha en la camisa o la falda, así que se llevan bien, total que una vez recabada la información todas las niñas y niños pasaban por allí en los recreos y que las niñas nuestras son de las mas activas. Las niñas nos pidieron que confiáramos en ella y que no apareciésemos hasta el día siguiente, así lo hicimos, nos fuimos todas es decir nuestras madres y las hermanas a casa de una de ellas, conectamos las cámaras, se que esta mal pero lo hicimos. Estuvieron en las piscina primero bañándose y tonteando mucho, aunque alguna ya salió de allí desnuda, de las nuestras y de las otras. Se fueron a la terraza de arriba y ya allí hubo muchas felaciones. En el dormitorio la mayoría de ellas fueron enculadas, otras se limitaban a mirar, entre los chicos también había algún negrito de los nuestros que no paraban de follar y de cambiar de chica. Tal cual quedamos a las diez de la mañana del domingo fuimos todas para la casa grande, ya estaban las cámaras apagadas, lo habíamos visto todo pero queríamos que fueran ellas las que nos contaran. Cuando subimos estaban todas y todos desnudos durmiendo. Los despertamos al grito delos churros y el chocolate esta la mesa, se vistieron rápidamente y bajaron con un hambre atroz. Al rato los invitados se montaron en el autobús y fueron de vuelta a sus casas como si no hubiese pasado nada. Afortunadamente no tuvieron reparo en contar las cosas con detalle, hicimos mal en poner las cámaras. Después de aquello hicimos las adultas muchas fiestas, las niñas dicen que nos ponemos ciegas y sobre todo dicen que tienen muchas ganas de participar, pero esto ya lo cuento otro dia.

Autor: ENRIQUEJ Categoría: Heterosexual

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Una semilla en el paraíso CAP. 1

2024-02-13


podía sentir la suavidad y calor de su piel mis manos empezaron a descontrolarse frotando cada zona de su cuerpo ningún centímetro de ella se me pasaba por alto y mi concentración terminaba en su suave trasero, . Algunas veces pensar en mi historia es poco creíble pensar que terminaría en un paraíso solo para mí, soy estudiante de botánica y si se preguntan si existe tal carrera y al ingresar a la universidad más prestigiosa del continente no podía perder la oportunidad de ser parte de una expedición dirigida por el mejor catedrático de mi facultad, nuestro líder en la excursión avía recibido muestras de una planta que se creía extinta desde hace varios años por lo cual y según su teoría esta planta estaría situada en lo más profundo de las junglas verdes de áfrica, después de varias semanas de caminatas sin algún resultado fuimos atrapados por torrenciales lluvias nos refugiamos en las colinas más altas que encontramos pasando casi una semana inmovilizados en un solo lugar pasada las lluvias seguimos con la expedición y cayendo la noche de nuestro día numero 21 nuestros ánimos se desvanecían, decidí refrescarme un poco en la orilla del rio lo cual fue el un error de repente una gran cantidad de agua salió de la nada solo alcance a tomar mi mochila pero la corriente fue tanta que me arrastro rio a bajo, no estoy del todo seguro que sucedió por momentos me ahogaba pero podía sacar la cabeza para obtener un poco de aire mi lucha no tenía un final me arrepentía de nunca haber tenido el valor de besar a un chica , de haber querido tener sexo, o terminar mi carrera porque está seguro que iba a morir. Después de mucha oscuridad los rayos del sol aparecieron y yo estaba medio enterrado en la orilla del rio pude levantarme con pocas fuerzas aun sentía dolor de algunos golpes de piedras y palos que el rio me lanzo pero estaba feliz de seguir vivo, camine brevemente hacia los árboles y no tarde mucho en mirar asombrado algunas cosas que nunca daría por hecho, variedades realmente raras de plantas, árboles y arbustos, la gran mayoría que solo he visto en libros de historia y algunas que solo se pueden encontrar en cierta parte del mundo, mi miedo de haber muerto renacía por mi asombro pero de algo estaba seguro los muertos no tiene hambre fui directo al ver árboles frutales de mango y manzanas que parecían estar maduros comí libremente hasta saciarme y luego caí en sueño he aquí el principio, por que todo comienza cuando conoces a alguien, sentía que me ahogaba nuevamente creí que el rio no me avía dejado pero al abrir mis ojos vi unas pequeñas manos sobre mi cara presionando mi nariz, cuando me las aparte aprecie a una niña de cabello negro y ojos celestes , su piel era levemente más oscura que la mía y resaltaba su falta de ropa, andaba totalmente desnuda, ella no paraba de mirarme como si fuera el objeto más interesante que ella avía visto al mi parecer era debía tener unos 8 a 9 años de edad y empecé a preguntarle donde estaba pero ella solo empezó a grita fuertemente ¡TAMANA! ¡TAMANA! ¡TAMANA!, se alejó brevemente no entendía que sucedía pero a la lejos apareció otra niña con los mismos rasgos se acercó un poco y después regreso de donde avía salido, la niña que me avía encontrado empezó a hablarme en su dialecto pero no entendía nada trate de explicarle o odisea con gestos pero dudo que me haya entendido, al fijarme en sus brazos me di cuenta que tenía unas marcas como tatuajes en el brazo derecho sobresalía una T mayúscula invertida y que se encontraba entre paréntesis y en el brazo izquierdo una pequeñas líneas verticales de una 10 centímetros maso menos conté ocho en total después de decirme muchas cosas que no entendía la niña se abalanzo hacia mí y me abrazaba fuertemente no savia si tocarla ya que su pequeño cuerpo desnudo me ponía un poco inquieto, al ver que no se apartaba de mi frote levemente su espalda me di cuenta que su cabello negro y liso llegaba hasta sus caderas toda su piel esta bronceada incluyendo la raya de su trasero el cual podía ver y no podía apartar de mi vista, ella tenía una aroma a frutas diversas pero la que más resaltaba era el de durazno, podía sentir la suavidad y calor de su piel mis manos empezaron a descontrolarse frotando cada zona de su cuerpo ningún centímetro de ella se me pasaba por alto y mi concentración terminaba en su suave trasero, esas pequeñas nalgas que aun para su edad estaban muy contorneadas, ella no decía nada únicamente aceptaba mis caricias, al ver su rostro aprecie una gran sonrisa parecía estar muy contenta y sus ojos me hipnotizaba. Después de un rato de explorar su cuerpo, savia que lo notoria, mi miembro empezó a tomas su forma más grande y ella lo sintió claramente, tanto que puso sus manos en mi pantalón y lo frotaba como queriendo sentir cada parte de él desde las punta hasta el principio donde descansaban mis testículos que sentían por primera vez las caricias de alguien, mis más bajos instintos guiaron mis manos a moverse el pequeño y contorneado trasero a su entrepierna donde sentí por primera vez la suavidad de una pubis, sentí su pequeño clítoris el cual masajeaba con una de mis dedos, ella se dedicaba a disfrutar de mis manos se recostó sobre mi pecho y separo las piernas para que mis manos puedan tener más campo que explorar en eso no me resistí la tentación de besarla, sentí sus pequeños dientes, la humedad de su lengua ya nada importaba ni si quiera el hecho de mi llegada a un lugar total mente incomprensible a mi razonamiento científico pero el momento quedo paralizado al escuchar una vos que decía ¡ASHIMA! ¡ASHIMA! ¡ASHIMA!, la otra niña avía regresado y con ella muchas mujeres y una de ellas sobresalían por sujetar lo que creo que era un cuchillo muy grande.

Autor: ELDURO69 Categoría: Heterosexual

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Quiéreme a mi manera

2024-02-13


Bueno, en cierto modo sí, siento un poco de liberación, es como si me hubiera quitado un peso de encima y, cosas que antes ni pensaba, ahora me apetecen. ¿A qué te refieres? - Pregunté curioso. ¿Te acuerdas de aquella charla en la que me preguntaste si había hecho algún trío? Jamás olvidaré tu cara, sí. Pues ahora no me parece una locura como antes, no sé, he pensado que probar no implica nada, salvo experimentar, y joder, si apetece y no molestas a nadie... Dejó el final de la frase en el aire mientras me miraba fijamente. Debió ver algo en mi mirada. Pero no te preocupes, tú no serás uno de ellos. Pues muchas gracias – Ironicé. Sabes que si estuvieras se acabaría lo mejor que tengo. Yo te quiero así, solo a ti puedo contarte todas las barbaridades que teje mi mente, lo que hago, todo. Joder, te llamé la primera vez que me comí un culo solo para decírtelo, ni a mi mejor amiga se lo he contado. Y me da miedo perder eso contigo. Pues es una lástima discrepar en eso. Me acarició la cara con un gesto acogedor. Me quería a su manera y yo lo apreciaba siempre. La había acompañado en todo momento, a pesar de su ligereza para tomar decisiones que luego, no todas, se convertían en tormentas enormes. Y ahí estaba yo siempre, a su lado, entendiéndola, calmándola, hablándole claro si juzgarla. Me apetece que seas mi cómplice. A mí me apetece otra cosa – le dije con toda la confianza del mundo. Ella sonrió, bajó la mano y apretó mi ... ... paquete. Quiéreme a mi manera – me sugirió soltando mi paquete. Sabes que nunca he hecho otra cosa, por eso estoy aquí otra vez. Esta noche debe pasar algo, ¿me acompañas de bares? Asentí. Salimos de la cafetería y me pregunto dónde ir, puesto que ella llevaba demasiado tiempo en pareja y ya no controlaba como antes. Así que decidí empezar por lugares tranquilos, en los que más de uno se le acercó, pero ninguno la sedujo. “Cuanto idiota”, me decía cuando volvía de hablar con alguno. Cambiando de bares el alcohol iba trabajando, hasta llegar a ese punto alegre que nos permitía cierta locuacidad. Caminábamos por una calle agarrados, riéndonos de lo acontecido, incluidos los tipos que intentaron algo, “Me gustaría torturarlos, atarlos desnudos a una silla y leerles al Marqués de Sade. Creen que por ir al gimnasio debemos estarles agradecidas. Panda de cenutrios”. Al decir esto me percaté de lo cerca que estábamos de un bar distinto, donde solía ir gente liberal, no un local de intercambio, más bien donde suelen quedar antes de ir a algo más severo. Sin comentarle nada puse rumbo al local. Este te va a gustar – le dije señalando la puerta. Ella me cogió la cara, me besó, me dio un apretón en la polla y entró delante de mi. En el interior no había demasiada gente, era la hora en la que la mayoría de los habituales habían salido a locales más y mejor acondicionados para sus propósitos. Nos ubicamos en la barra. A mi espalda quedaba un tipo de mi altura. Ella me dijo que de ...... espaldas prometía y me empujó hacia él. El tipo se volvió y me disculpé, alegando que mi amiga estaba un poco borracha. Él se rió y me estrechó la mano presentándose. Yo le presenté a Diana y él se quedó charlando amigablemente con nosotros. Percibió que no éramos habituales del local, cosa que solo pudimos confirmar. Preguntó si sabíamos qué tipo de local era. Le dije que yo sí, pero que ella no. Durante un buen rato estuvimos hablando y riendo, la conversación fluía, resultó un tipo agradable. Diana me rodeó el cuello con su brazo y pegó mi oreja a su boca. Este sí, quiero comérsela – me susurró. Yo sonreí, por alguna razón sabía que eso iba a pasar, lo había notado en ella. Él hizo un comentario divertido sobre los secretos y yo, lejos de dar más vueltas, lo miré y me sinceré. Quiere comértela. David, que así se llamaba, sonrió. ¿Sabéis que, al fondo del bar, hay unas cabinas donde se puede hacer desde ganchillo hasta felaciones? Me reí de su ocurrencia y miré a Diana, que asintió con la mirada. Su cara ya era una expresión lujuriosa, el animal asomaba ansioso y expulsaba deseo con una mirada que pocas veces le había visto. Entramos en una de las cabinas, afortunadamente había espacio para los tres. Cerré la puertas y me volví hacia ellos. Ambos me miraron. Yo no soy el culpable de nada, así que no me miréis así – les solté. Diana miró a David. No quiero que digas nada, solo que me dejes hacer. Él, como ser inteligente, o quizá ... ... acostumbrado a esos ambientes, obedeció. Diana se agachó, bajó la cremallera de su pantalón y sacó su polla, dejándola frente a sí. Primero la miró, como si la examinara, después la cogió en una de sus manos, acariciándola. La empezó a mover, subiendo y bajando su piel sin quitarle ojo. Yo la observaba atentamente, aunque me contaba todo al detalle nunca la había visto así, y me estaba excitando. Su cara estaba tensa, era su primera polla después de su matrimonio, conseguida de manera azarosa y en compañía de su mejor amigo. La conocía muy bien y sabía que la suma de ambas cosas la encendían hasta no poder ocultarlo. Y ahí estaba, agachada ante la lujuria explícita. Se la metió en la boca. Primero chupó suave, como tanteando o intensificando las sensaciones. Poco a poco subió el ritmo y en escasos minutos era toda una experta. Yo sabía que era lo que más le gustaba porque ella me lo había dicho en varias ocasiones, pero estaba experimentando la diferencia entre saberlo de su boca y verlo en directo, y, a pesar de interpretarlo a la perfección cuando me lo contaba con decoro, puedo asegurar que verlo era infinitamente más excitante. Ahora lamía el tronco de abajo a arriba con deleite, introduciendo el glande en su boca al llegar al extremo, para volver a bajar lamiendo todo el largo de aquella polla. Entregada a su placer engulló todo lo que pudo y se quedó con ella dentro unos segundos. Al sacarla de su boca hilos de baba la unían a aquel miembro erecto. Pronto perdió el control y se ...... afanó como pocas veces he visto. Entonces mi cabeza se iluminó y supe que era el momento. Me agaché a su lado. Eres mejor de lo que había imaginado – le susurré bajando la mano por su espalda. Al llegar a su culo lo apreté. Le gustó, pude notarlo en su gesto y en el estremecimiento de su cuerpo. Aproveché que llevaba una falda ancha para colar mi mano bajo la misma y seguir tocándola. Pude apartar sus bragas y notar su humedad, estaba empapada. Acaricié su coño mojando mi mano con su jugo e introduje un dedo. Se le escapó un gemido a la vez que se volvía a meter toda la polla hasta lo más profundo de su garganta. David gimió y se estremeció. Empecé a masturbarla con avidez y ella respondió al gesto intensificando la mamada. La cara de David era el reflejo del placer en estado puro. Ella agarró su polla y se la frotaba por las mejillas, incluso golpeándoselas. Cabrón – me dijo -, ahora quiero que me la meta. Ya has oído, David. Se puso en pie, se inclinó, se echó la falda sobre la espalda y yo bajé sus bragas hasta quitárselas. David no perdió tiempo y la penetró con ganas, le noté furioso. Ponte delante – me dijo ella -, necesito un punto de apoyo. Lo hice. Entrelazamos nuestros brazos mientras David le daba lo que quería. En un momento dado agarré sus dos brazos por las muñecas con una sola mano, y con la mano libre aproveché para sacármela y dejarla delante de ella. Volví a agarrarla por sus antebrazos. Ella estampó su cabeza en mi vientre ... ... gimiendo. Eres un cabrón – me dijo entre gemidos -. Como cambie algo te mato – y acto seguido se la metió en la boca. Había conseguido dar un paso en la dirección que tanto había deseado, y empecé a gozar de ella físicamente, follándome su boca. Cariño – dije al ver los gestos de David -, creo que David te va a dar algo bueno en breve. Joder, sí, pero correos juntos, como estáis – me respondió. La sujeté del pecho para dejar una mano libre y masturbarme rápido para conseguir su capricho. Aguanta un poco, David – le pedí. Date prisa tú, tío, estoy a mil. Nos miramos y asentí. Aceleré más el ritmo durante un rato y volvimos a mirarnos él y yo, y asentí en señal de que estaba preparado. Él tensó la mandíbula y adiviné lo que el gesto me quiso decir. Prepárate, Diana – avisé mientras se la volvía meter en la boca. En unos segundos David empezó a correrse y yo lo acompañé poco después, cuando él no había terminado aún. Una mezcla de semen y babas cayeron sobre mis zapatos mientras ella se retorcía y contoneaba atrapada entre dos pollas. Lo hizo durante un buen rato, deleitándose. Dejándose apagar el fuego lentamente, regocijándose y sintiendo lo que hacía tan solo unas horas me había confesado. Volvimos a la barra y tomamos otra copa. David quiso dejarnos su teléfono antes de despedirnos, pero Diana se negó. Ha sido genial, David, no me malinterpretes, pero ha sido mi primera vez y debo tomarlo con calma. Ahora sabemos donde podemos encontrarte, además, he ...... visto que el camarero te conoce, no será difícil. Como queráis, era solo para... No te preocupes – interrumpió Diana -, lo entiendo. Y quiero que sepas que te lo agradezco, ha sido genial. Al decir esto nos despedimos y salimos del bar. Ella se colgó de mi brazo, la noté feliz, y eso me gustaba siempre en ella. Caminamos sin hablar hasta la puerta de su casa. Entonces se giró hacia mí y me abrazó, apoyando la cabeza en mi pecho. Estuvo así bastante tiempo. Yo no quise decir nada, la dejé porque la conocía, y sabía que sencillamente estaba mostrando su aprecio a alguien que la entendía sin juzgarla, a la vez que sintiendo precisamente todo eso. ¿Sabes que te quiero y valoro mucho? - Preguntó sin soltarse. Qué solo me lo hayas dicho un millón de veces no significa que lo sepa, ¿no te parece? Ella sonrió y me miró al fin. Me besó. ¿Quieres dormir conmigo? - Quiso saber mirándome a los ojos. ¿Me he negado alguna vez? Pero solo dormir, no habrá nada diferente de las otras veces – aclaró. Ya hay algo diferente – dije girándola, volviéndola hacia la puerta y dándole un azote -.. Anda, abre y sube, que tengo que bañarte. ¿Bañarme? ¿No querrás dormir así? ¿Así como? Solo quiero bañarte, pasarte la esponja por todo el cuerpo, dejarte limpia y, desnuda, meterte en la cama y tumbarme a tu lado, abrazándote como me gusta. Se detuvo en seco y me miró seria. Como me enamores... te mato - exclamó. Le quité las llaves de las manos, abrí la puerta del ascensor y entré, sintiendo un azote a hacerlo. Mi giré hacia ella sin decir nada. La vi sonreír, acercarse y volver a abrazarme. Pulsé el número tres.

Autor: Anónimo Categoría: Heterosexual

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LAS HIJAS DE LAURA Y NURIA, otra historia

2024-02-13


Pensé que había que contar la historia completa. Yo soy Elena la arquitecta, mi hermana dio por terminada esta historia pero considero que faltaríamos si no lo contamos todo, sobre todo esta parte final. Ya vivimos todas en los casitas que diseñe y que nuestras madres mandaron construir en la finca, son unas casas muy apañadas con unos jardines delante muy bonitos. Nuestras madres cuando el tiempo esta bueno suelen sentarse allí en el jardín a charlar un rato, se sirven un wiskey y allí se sientan a ver el panorama. Les hace mucha gracia ver a primeras horas de la noche y ya cuando las niñas están acostadas y dormidas como nos llegan visitas de los chicos africanos, no siempre los mismos, según ellas parece que hay un puticlub por la zona y no paran de entrar y salir hombres, sobre todo el de mi hermana la chica y Vane que puntualmente llegan los dos hermanos en pelotas en pelotas se van, no tienen el menor pudor ni aun a sabiendas de que estamos allí, después de un rato empezamos a ver como la luz del baño se enciende y siempre nos decimos lo mimo, ya van a lavarse el coño o el culo, o la boca o todo a la vez que es lo mas probable, esto es contado por muestras madres. Tuvimos un problema legal con dos de nuestros empleados mas antiguos, uno es Andrés, ya habéis oído hablar de el, estos llevan en la finca mas de veinte años y ya con sus ahorros han vuelto a su país, el problema no es ese ni mucho menos, si el que querían llevarse a sus hijas mayores de edad en contra de su voluntad, las dos hijas mayores que son nuestras puericultoras y que a diario llevan al colegio a nuestras hijas, una es Sonia y la otra Luna, son estupendas y de una belleza grande, altas y muy bien formadas, como se dice vulgarmente están muy buenas. Además ellas han estado con nosotras desde la guardería y en el colegio y son españolas de nacimiento. A las dos y en mas de una ocasión las he visto a brazo partido pegarse unas palizas con algún chico y practicar también felaciones a mas de uno, ellas también nos han visto a nosotras, ningún inconveniente con eso. Estaban mis madres de viaje y me baje al jardín a tomar el fresco de la noche una noche de abril, mis dos niñas ya dormían y el trasiego de hombres aun continuaba, yo aquel día no estaba por la labor, estaba muy tranquila. Dando un paseo vi a Sonia que se acercaba, la llame y se sentó conmigo y estuvimos hablando un buen rato. Se sentían ellas dos Sonia y Luna muy felices de haberse quedado con nosotras, somos como sus hermanas me confeso. Cuando vio que salían hombres de las casas de mis hermanas, no se sorprendió, le pregunte que que le parecía aquello, es estupendo me dijo. Le pregunte que se decía de nosotras entre ellos y las familias, unas putas pensaran que somos. Se rio, los hombres están muy agradecidos del bien trato que aquí se les tiene y están muy contentos de que vosotras quieran follar con ellos, están muy felices. Le pregunte si había tenido ella alguna historia con algún chico, me conto que solo con blancos pero que tiene curiosidad por follar con algún negro, tal cual me lo dijo. Le pregunte por Luna, hay me sorprendí un poco, resulta que es común en algunas familias que el padre o algún hermano se las folle, eso si por el culo, la virginidad tiene un precio importante a la hora de contraer matrimonio, en su caso no fue así. Me dijo que se hablaba mucho entre los africanos cuando hacíamos fiestas y que hacían tal o cual cosa y que os follaban varias veces a todas las que estaban allí, a algunas un montón de veces, le confirme que así es y que a veces nos han follado veinte veces en la noche a cada una, se sonrió y me dijo para mi sorpresa, me gustaría asistir a una fiesta de esa, y no te vas a sentir incomoda, a fin de cuentas son vecinos tuyos, a Luna también le gustaría, cuando hagamos algo os lo digo, en eso quedamos. También me dijo que me había visto en el colegio morearme con alguna chica y que eso le llamada mucho la atención, pero que no lo había hecho nunca, le dije que nadie mejor para darle placer a una mujer que otra mujer, me dijo estoy húmeda, a lo que le conteste que era un buen comienzo. Tenia serias dudas si dar el paso pero al final me decidí, quieres probar le dije, me miro en silencio un par de minutos y me dijo que si, pero si me siento incomoda paramos. Nos fuimos a mi casa, son solo unos pasos hasta allí, me cogió de la mano, ya en casa nos servimos una copa y seguimos charlando un ratito. Que tal estas, pregunte, seguimos adelante, asintió, así que subimos a mi habitación, nos metimos en la ducha y el agua cálida nos relajo mucho, empezamos con unos piquitos en los labios, quizás con algo de timidez que fueron subiendo de nivel, luego ya nuestras lengua se entrelazaron, después de unos minutos nos secamos y nos fuimos a la cama, Sonia es espectacular, ya nos habíamos visto desnudas, no era la primera vez, en el gimnasio o después de algún partido de baloncesto, pero ahora estaba en mi cama, nunca había estado con una chica negra, la besé intensamente en sus carnosos labios, sus pechos duros y sus pezones de azabache me hacían perder el sentido, bese su vientre y sus muslos y la bese en su vagina, la mire y me dijo sigue, termine de abrir sus piernas y hundí mi boca en su chocho negro y rosa, una verdadera delicia, al cabo de unos minutos se corrio intensamente, ahora me toca a mi me dijo y me devoro por completo. Entre polvo y polvo me conto que nunca lo había echo por detrás de forma satisfactoria, que sentía nada y que fue con un compañero de clase, blanco pero con un pene pequeño, pero que tenia interés en hacerlo. Si te dejas hacer le dije, te hago yo algo por detrás y ya me dices si te ha gustado o no. La habitación estaba en penumbra, la puse boca abajo y le lamí su culete duro y prominente, una delicia como todo en ella, me lubrique un dedo y con suavidad se lo metí, se estremeció, al poco le metí dos y ya empezó a jadear, la cosa pintaba bien, le pregunte si le gustaba y asintió con la cabeza, tenia a mano unos plugs anales que llevan con nosotras muchos años y que de chicas nos dieron buenos resultados, fui de menor a mayor y su ano no oponía ninguna resistencia, así que fui hasta el mayor y poco a poco también le entro sin dificultad. Quieres que te folle por detrás le pregunte, volvio la cara y dijo como?? abrí un cajón de la cómoda y saque de el un arnés con una polla de silicona, vale me dijo. Me lo coloque y se rio, es negra me dijo, la lubrique bien y comencé a follármela muy lentamente, iba notando como poco a poco se le iba metiendo toda, al final se abrí por completo y se la metí entera, empezó a tener temblores y a apretar su nalgas, estos son orgasmos anales me pregunto, le dije que si y contesto me encanta. Luego ella se lo puso, estaba de pie y se miro al espejo, ahora parezco uno de los negros con sus pollas negras y grandes. Ya empezaba a amanecer cuando nos estábamos dando los últimos besos de esa maravillosa noche cuando se abrió la puerta de golpe y entraron las dos niñas y se metieron en la cama con nosotras, se alegraron de ver a Sonia allí y nos comieron a las dos a besos, en la mesilla de noche estaban los plugs y el arnés, y las niñas nos dijeron, habéis hecho cosas de chicas, yo le dije que si, Sonia se escondía bajo las sabanas, fui muy divertido, repetimos muchas veces. Esto me lo conto Nuria y os lo voy a relatar. Estaban todas las niñas, es decir las dieciséis en la casa grande jugando y Nuria estaba en su despacho trabajando, como siempre, por entonces las niñas tienen ya cerca de los siete años, bajo una de ellas a buscar ayuda, una de las chicas había tenido un problema, allí estaban todas alrededor de la interfecta que ella como todas las demás se habían metido un plug en el ano y a esta en cuestión se le había atascado y no era capaz de sacarlo, era el grande del todo, así que con paciencia Nuria le fue hidratando el ojete hasta que poco a poco salió, lógicamente Nuria les dijo que eso debían lubricarlo muy bien antes, no solo el plug sino también el ojete, que podía decirle nos conto luego. Al principio del verano organizamos una fiesta, merienda les decimos nosotras al anochecer. Estábamos todos las hermanas ,as Vane y también nuestras tías y la beata de Mila, también se apuntaron Sonia y Luna, nuestras madres se llevaron a las niñas de excursion. Cada una nos pusimos un modelito, Mila como siempre en pelotas, total para lo que le va a durar, Sonia y Luna se pusieron un conjunto blanco de intimísimi precioso, yo dudaba que vinieran, pero allí estaban. Llegaron los chicos en tropel, un montón de ellos dispuestos a follarnos a todas a saco, la sorpresa fue grande cuando vieron a las chicas negras se pusieron como locos y unos cuantos se fueron hacia ellas y las desnudaron enseguida, les tenias ganas parece. Mila de rodillas rezando y con dos pollas delante decía, perdóname dios pero la carne es débil y estas están muy duras, y se las chupo a los dos, en un rato estábamos todas en las hamacas a cuatro patas y los chicos follándonos el culo, tenia a Sonia a mi lado y me dijo, me lo estoy pasando genial, me alegré mucho, así estuvimos hasta el amanecer. En una fiesta de cumpleaños, el octavo de la niñas , paso algo que ninguna de nosotras se esperaba, resulta que se nos extraviaron en la casa dos niñas, una era de las mías, Nuria me dio el aviso, como no daba con ella y las demás solo hacían mirarse de reojo me fui disparada al atico, allí estaban las dos desnudas y los dos chicos que estaban allí con sus pollas en sus bocas, no dije nada, al ratito bajaron. Otro acontecimiento que hubo por aquellas fechas se lo adjudico a nuestra madres, veníamos del cine todos y todas, es decir nuestra dieciséis, niñas mas catorce entre niños y niñas, los dos chofer del autobús, las puericultoras , Sonia y luna y nosotras ocho, estos movimientos son un problema logístico importante, al cine fuimos y solo ver esa jauría de niños y niñas difíciles de controlar, aunque los tenemos dominados, de allí al McDonald , mogollón de happy mils y luego otro montón de helados, acabamos todas reventadas, nuestras madres se quedaron en casa a disfrutar de la paz del momento, o eso creíamos. Llegamos de vuelta casa quizás un poco antes de lo previsto, aparcamos el autobús en la puerta y se fue bajan el personal, yo entre la primera en casa y vi a dos de los Daneses en el salón lamiándose el cipote, intuí lo que pasaba así que me volví y le dije a mis hermanas que las mamis gua gua, me entendieron a la primera, una de mil hermanas les dijo cada mochuelo a su olivo y las niñas y los niños se fueron cada uno para su casa unos con sus madres y otros con las puericultoras. Subimos yo tres de mis hermanas y allí estaban nuestras madres siendo folladas por los perros, había dos abajo, dos tumbados y dos montándolas, así que aun les quedaban dos para terminar la faena de la tarde, yo me puse muy húmeda y le dije a mis hermanas si nos uníamos, así que nos desnudamos y entramos en la habitación, nos pusimos a cuatro patas nos dimos unos cachetes en las nalgas y acudieron los cuatro de momento que nos montaron y nos penetraron enseguida, unos minutos después estamos todas mas que folladas, nuestra madres aun se dejaron follar una vez mas y cayeron derrengadas al suelo. Ya lo próximo será las nietas que me parece que vienen finas.

Autor: ENRIQUEJ Categoría: Heterosexual

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Jaime, el caliente

2024-02-08


Bueno, el adjetivo le queda bien y sus correos me calientan mucho. Así que quizá debí escribir “Ishtar, la caliente” De eso hablo aquí.. Recibí el primer correo de Jaime Orestes hace unos 10 meses. Él también escribe relatos eróticos y pornográficos con el nick name “vfive5” en “Cuento Relatos”. Continuamos la correspondencia con relativa frecuencia, obviamente conversábamos de cuestiones sexuales alrededor de nuestras vivencias. Le comenté lo que yo hacía para darme el gusto del sexo oral pues mi esposo no quiere que lo hagamos. También platicamos sobre las experiencias de incesto. A los interesados sobre estos asuntos sobre mí, los remito a que lean mis relatos. Al mes me solicitó unas fotos mías, cosa que no acostumbro enviar, pero él me envió una de su pene (circuncidado, reposando semiflácido sobre una antojable cama de vellos en el abdomen) para mostrarme visualmente cómo estaba de caliente cuando leía lo que yo escribía, lo cual agradecí. Me dijo que le gustaría enviarme alguna foto más. “Algo que te apetezca ver, algo que te pudiera gustar, calentar o simplemente te excite…”, precisaba. Yo decliné su oferta, pero después me envió otras más (rasurado, con el pene erecto, etc.), las cuales yo sólo miraba sin mayor interés. Más me calentaba lo que él decía que me quería hacer. Insistió en que le gustaría enviarme un video. Un día me llegó uno donde se masturbaba y se escuchaban sus gemidos cuando empezó a eyacular. ¡Dios mío! Era hermoso ver cómo le salía el semen, hasta se me hizo agua la boca…, y así se lo hice ver. Posteriormente escribió y publicó una fantasía sobre nosotros dos, en la cual sí me sentí protagonista y me gustó mucho, porque al leerla sentía que yo saboreaba el semen, ese que varias veces había visto en el video y con el cual me había hecho varias pajas. Continuamos platicándonos nuestras calenturas; algunas veces me acariciaba el chochito al leerlas. Jaime siguió enviando fotos de su aparato, los huevos grandes se antojaban, me imaginaba que yo jugaba a dos manos con ellos mientras le estimulaba el meato con la lengua. Una de las fotos estaba bellísima: el glande se veía de frente con una espesa plasta blanca… ¡Para lamerla! Siguieron fotos, textos y videos deliciosos. “Me encantaría lamer tu chochito bien jugoso. Y darte rico placer cuando sientas mi lengua en él estrellita. Quiero que te dejes ir, y que te vengas en mi boca. Mójame de tus jugos cariño.” Hasta que no aguanté más y le escribí “¡Basta! Me calientas mucho. Va ésta única foto para que lamas la pantalla, o te la jales y sueltes la leche en una impresión (me pasas foto o video). Después de enviártelo, me meteré los dedos hasta donde alcance… Besos.” y le adjunté foto de mi vagina peluda y húmeda, así como me tenía en ese momento… Contestó “OOoooohhhhhhh que delicioso chochito exhibes mi querida estrella… me pone a mil mirarlo el imaginar como mi lengua se deslizaría sobre esa rajita y, cuando empieces a jadear, hundiría mi lengua en tu interior. Realmente deliciosa esa imagen de tu vello púbico pidiendo unos dedos que se enreden con ellos y que desciendan a tu clítoris para mezclar la frotación digital con deliciosas lamidas en lo más íntimo de ti cariño. Me voy a hacer una paja deliciosa para con tu foto en la pantalla de la tablet y voy a grabarte cómo me pajeo y me corro encima de tu coño… para que mi semen caliente moje tu panocha y tu vientre”. ¡Y así lo hizo! Me envió el video donde se masturba ante la imagen de mi panocha y un par de fotos con las gotas de leche en la Tablet que mostraba la imagen peluda y receptiva de mi pepa. Han continuado los videos y las fantasías. Jaime dice: “El tacto de tu vello púbico sobre mi cara me estimula para lamerte más agitadamente. Mi deseo por ti sube al sentir tu miel brotando de tu intimidad. Su sabor salado, ácido y amargo excitan mi libido y te como tu coño salvajemente. Y noto, como al venirte en mi boca, se apoderan te ti deliciosos movimientos espasmódicos, contracciones vaginales e incontroladas reacciones que llenan mi boca de tu jugo caliente”. Y yo le contesto: “Me gusta que me lo chupen, aunque casi siempre lo hacen con la miel de mi marido…”. Esto es así, porque el palo matutino es casi diario. Jaime contesta: “Me apetece chupártelo como tu desees dármelo a probar. Solo espero que lo disfrutes cielo”. Y es natural el asunto, porque hasta cuando estoy bien cogida les agrada chuparme. Cada vez que me envía fotos o videos me pregunta si ya las vi y qué opino. Mis respuestas son parecidas “¡Claro que lo he visto, y varias veces! (y con muchas caricias)”. La última vez me envió una foto supuestamente después de haberse pajeado viendo la foto de mi pucha, pero le reclamé así: “En tu correo decías de una paja, y en las fotos no había evidencias de ella. En los videos es claro que te la jalas con provecho, pero también esto puede ser visto en una foto, por ejemplo donde me muestras mi pepa llena de tu miel. Claro que el video es más evidente, pero imagina que me mandas una foto así (ya sin la mano) con el vientre chorreado y la cabeza goteando la lefa”; y coloqué una captura de imagen de un video de él que me fascina. Su respuesta fue “Uuummmmm…. me encanta tu propuesta. Luego me tumbaré un ratito y aprovecharé para mirar tu panocha peludita y jalármela a tu salud. Dejaré que mi semen caiga y empape mi vientre. Y te mostraré como queda”. También preguntó “¿Que tipo de braguitas sueles usar? ¿Lencería? ¿Dejan intuir esa mata oscura de pelo?” Le aclaro su duda: “Raras veces me pongo lencería sexy, casi siempre son pantaletas normales. Piénsame las bragas como tú quieras; blancas y delgadas, pequeñas y ajustadas, que permiten dejar fuera unos pelos para excitar a los cogelones, y quítamelas… Huele mi coño mientras te jalas ese rico tronco, lame, prueba el sabor que tu lengua me exprime hasta que te vengas. Jala, jala con una mano y con la otra juega con tus huevos para que estimulen la producción de crema hasta que brote a borbotones y el chorro te salpique el pecho, dejando la cauda blanca desde el vientre, inundando tu ombligo. Jala, jala… (por cogelones, me refiero a mis amados: Diego, José, mi esposo y otros dos)” Mientras escribo me caliento imaginándolo con su boca en mi raja, y recapacito añadiendo “¡Dios mío! ¡Qué puta soy! Al terminar de escribir puse varios de tus videos, me acaricié la panocha y, al poco tiempo de meter los dedos, ¡me corrí! ¡Qué puta! Me quedé caliente, voy a montar a mi marido. Aunque, a decir verdad, me gustaría ponerle mi sexo húmedo en la boca. ¡Lástima que a él no le gusta eso!, pero a mí sí me gusta que me coja. Buenas noches, voy a por verga.” Minutos después envío otro correo: “No funcionó, me quedé prendida. Voy a aprovechar el tiempo para escribir en un relato parte de nuestra correspondencia. ¿Puedo mencionar también tu apellido, además del nombre? Antes va otra paja a tu salud mirando los videos. Besos. Ishtar.” Este escrito es el resultado. Constancia de la calentura que sufro…

Autor: ISHTAR Categoría: Heterosexual

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